
Cerca del 80 por ciento de la población en México no cuenta con el servicio de internet móvil de banda ancha, pese a que el país tiene un elevado nivel de cobertura en comparación con otras naciones de Latinoamérica, de acuerdo con un estudio de la asociación internacional GSMA. La mayoría de los mexicanos no tiene los recursos suficientes para el alto pago una suscripción, lo que genera un efecto negativo en la sociedad denominado “marginación y pobreza digital”, de acuerdo con analistas.
El internet de banda ancha móvil ha sido catalogado por diversas instituciones internacionales como un servicio transformador, pues además del ocio ofrece diversas opciones como los trámites en línea, las consultas médicas a distancia, la educación en línea, el trabajo a distancia y otras posibilidades que generan beneficios para las personas que se traducen en ahorros al evitar traslados y una mayor eficiencia y agilidad para realizar diversas tareas. El Banco Mundial ha señalado que el acceso a la banda ancha también dinamiza la economía, pues por cada incremento de 10 puntos porcentuales en la penetración de este servicio, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional de un país se incrementa en 1.38 por ciento, en promedio.
En México este servicio es privilegio de unos cuantos. De acuerdo con el estudio “Cerrar la brecha de cobertura Inclusión digital en América Latina”, elaborado por la asociación internacional de telecomunicaciones GSMA, el 75 por ciento de la población del país tiene cobertura de banda ancha móvil, pero solo el 20 por ciento tiene alguna suscripción, mientras que el 5 por ciento restante no tiene cobertura.
Países como Brasil, Chile, Costa Rica y Argentina superan a México en suscripciones de banda ancha, con 38, 37, 40, y 30 por ciento de la población, respectivamente, a pesar de que México tiene un mayor porcentaje de cobertura de señales. Así, en el país existe la tecnología y la posibilidad de acceso, pero una gran parte de las personas todavía no pueden contratarlo.
Los obstáculos. La GSMA identificó una serie de obstáculos que dificultan la adopción de la banda ancha móvil, en donde destaca la asequibilidad del servicio, es decir, se requiere reducir el costo total de la banda ancha para que más personas puedan contratar un plan. A pesar de que los precios de telefonía móvil se han reducido hasta en 16.8 por ciento en 2015, de acuerdo con datos del INEGI, los analistas coinciden en que la reducción aún no es suficiente para que más personas accedan a la banda ancha.
Otro obstáculo está relacionado con la infraestructura, pues se necesita mayor cobertura de internet móvil en zonas rurales. El tercer obstáculo se refiere a las habilidades digitales, pues se puede promover un aumento en la adopción y uso de internet, mediante la alfabetización y la eliminación de barreras de conocimiento sobre el internet. El cuarto factor consiste en la generación de contenidos atractivos que deben incluirse en internet, para fomentar a la gente a utilizar el servicio.
Para Jesús Romo, analista de la consultoría Telconomia, el tema del acceso a teléfonos inteligentes más baratos es otro factor primordial para impulsar el uso de la banda ancha móvil, lo cual se puede lograr ampliando la disponibilidad de teléfonos compatibles con diversas bandas de espectro: “Si tienes asignadas bandas de espectro para las que hay muchos dispositivos compatibles, entonces es probable que tengas más aparatos que puedan adquirir los usuarios”, destacó.
IMPUESTOS. Por otro lado, en México el consumidor de telefonía móvil paga un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de tres por ciento, el cual se suma al costo de consumo del servicio y al costo total de poseer y usar un teléfono móvil. En 2014, la suma de todos estos impuestos a los dispositivos y servicios ascendió al 19 por ciento del costo total de propiedad móvil en el país. Asimismo, la cantidad de cargas fiscales como porcentaje de los ingresos que pagan las empresas telefónicas mexicanas es la tercera más alta entre los 26 países de América Latina que cuentan con este registro. Estos costos fiscales repercuten en el consumidor, detalla la GSMA.
Marginación Digital. El no estar conectado al internet móvil de banda ancha genera una afectación en general para la sociedad, pues se reducen sus opciones para acceder al mundo de la información y el conocimiento. La GSMA advierte que si persisten sin resolverse las barreras de acceso a la banda ancha, “las comunidades desconectadas y desatendidas corren el riesgo de caer en un retraso aún más profundo y así agravar la brecha digital”, destaca.
Para Jorge Fernando Negrete, director de la consultoría Mediatelecom Policy&Law, hay cerca de 50 millones de mexicanos que están desconectados, quienes viven en lugares remotos y no conocen los beneficios y oportunidades de una sociedad digital porque no existe conectividad en esas zonas: “La brecha entre conectados y desconectados es enorme y se llama sin ambages marginación y pobreza digital”, detalló el analista.
Dos posibles soluciones. Con la llegada de la reforma de telecomunicaciones se dio un mayor impulso al tema de la conectividad para promover el uso de la banda ancha. Así, se idearon dos proyectos en ese sentido: México Conectado y la Red Compartida.
México Conectado es un proyecto del Gobierno de la República que contribuye a garantizar el derecho constitucional de acceso al servicio de internet de banda ancha. El programa busca llevar internet a más de 65 mil sitios como escuelas, centros de salud, bibliotecas, centros comunitarios o parques. El servicio es de acceso gratuito para la población.
A junio de 2014, el programa reportó un total de 45 mil 877 puntos contratados para ofrecer servicio de banda ancha. De estos puntos, 28 mil 142 sitios ofrecieron conectividad a internet a través de Wi-Fi en espacios abiertos.
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