El Bajío y particularmente Guanajuato, tienen desde hace tiempo el crecimiento económico de 4 por ciento que al resto del país se le ha prometido sin que se cumpla.

Y su lógica parece ciertamente ajena a lo que pasa en el resto del país; no sólo es que el gobernador Diego Sinhue hable de que la apuesta para transformar la sociedad mexicana debe ser generar riqueza y no dar dádivas, sino que por ejemplo, la entidad quiere dejar atrás  la fortaleza de mano de obra calificada (algo que otros estados aún intentan construir):

“Tenemos un problema de mano de obra, se la pelean la industria del calzado y la automotriz; hay generación de empleos, pero la gran oportunidad es saltar a empleos mejor pagados, le pagan mejor a quien diseña un auto, da mantenimiento a un robot o desarrolla un software, estos trabajadores van a ganar más que quien arma un auto”, explicó el gobernador en torno a por qué se empeñó en traer Hannover Messe, la feria de tecnología de punta más importante del mundo, a León.

Es la apuesta, en resumen, por incrustarse en la llamada Industria 4.0, aquella en la que la robotización, digitalización y conocimiento toman el rol principal en la producción.

Es el mandatario estatal quien señaló, en la conferencia de prensa para la presentaciónformal del Messe, que el costo de acercarse a este tipo de concepción industrial es una barrera. Por ejemplo, indica, ir a la Feria en Alemania representaría erogaciones importantes para un industrial mexicano. Peor aún si se trata de un académico o de un joven innovador. De allí que la intención sea traer la Messe.

Y el gobernador es muy claro respecto a lo que entiende por generar riqueza: “Si nunca subes al avión, si sólo conoces tu estado, tu país, tu visión es muy limitada, crees que el mundo gira en torno a eso; cuando conoces Taiwán, Singapur, Alemania, Francia; si conoces otras culturas y otras formas de pensar, tu visión  se amplia”, comenta.

En tiempos de la 4T, con prohibiciones para viajes internacionales, Sinhue anuncia orgulloso que su secretario estatal de Desarrollo Económico, junto con el de Jalisco y de otros estados, acaba de regresar de Singapur. Ese país fue convocado a asesorar la planeación del desarrollo del Bajío, una zona que pasó de ser el granero de México a un clúster altamente tecnologizado.

La Industria 4.0 no anidará sólo en Guanajuato. La  apuesta es que Jalisco, Aguascalientes, Querétaro y San Luis Potosí se suban a la 4.0, a la nueva revolución industrial.

Mentefactura y no manufactura es la apuesta, suelen repetir funcionarios inmersos en esta dinámica:

“Hay una gran oportunidad de abrir brecha: pensamos en traer el conocimiento; conocimiento y datos, quien los tiene, tiene el petróleo de nuestra época”.

Jóvenes, estudiantes y becas

Los alumnos más jóvenes de Guanajuato reciben una tablet como parte de un apoyo para hacer vida académica. Cuatro mil guanajuatenses recuiben una beca, pero no es para estudiar en su ciudad, sino para irse de dos a cuatro semanas al extranjero y 100 más en nivel de posgrado.

Hay 61 muchachos en China; estarán allí dos años y medio para aprender del comercio electrónico en el monstruo asiático. Ese “ecosistema” para generar una industria de  alta tecnología, apoyada en la digitalización y la automatización, ha requerido convocar a las universidades más prestigiadas del país. El Instituto Politécnico Nacional, criadero de los ingenieros que requieren la industra automotriz y aeroespacial, está en Guanajuato ya desde hace tiempo.

La UNAM está a punto de comenzar la construcción de su campus en la zona y una universidad más en el centro del país, probablemente la Metropolitana, está a punto de cerrar acuerdo.