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Guía urgente sobre la crisis boliviana

¿Qué hay detrás de la salida de Evo Morales y cuáles podrían ser sus consecuencias? Aquí hacemos un análisis de lo ocurrido en las últimas semanas en el país sudamericano, que derivaron en la dimisión de su presidente.

¿Qué hay detrás de la salida de Evo Morales y cuáles podrían ser sus consecuencias? Aquí hacemos un análisis de lo ocurrido en las últimas semanas en el país sudamericano, que derivaron en la dimisión de su presidente.

Guía urgente sobre la crisis boliviana

Guía urgente sobre la crisis boliviana

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
1.- Empezamos con la pregunta del millón ¿Hubo golpe de Estado en Bolivia, sí o no?

—Técnicamente hubo golpe de Estado y además militar, aunque no estaríamos hablando de un clásico golde Estado cruento, como el del general Pinochet en Chile en 1973, que acabó con la vida del presidente legítimo Salvador Allende. Lo que ocurrió el domingo en Bolivia fue que el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Williams ­Kaliman, le “sugirió” al presidente Evo Morales que dimitiera “por las buenas”.

De haber sido destituido por el Parlamento o por la Corte Suprema, mediante un proceso apegado a la ley, no habría sido un golpe de Estado sino una destitución. Otra cosa es que legisladores y jueces violen las leyes para asestar un golpe de Estado, como denunció que hicieron con ella la brasileña Dilma Rousseff.

2.- ¿Qué alegan los que defienden que no fue golpe?

—Que Evo Morales anunció que había renunciado “para pacificar el país”. Ciertamente lo dijo, pero que nadie se lleve a engaño, la tradición latinoamericana señala que, si los militares piden la renuncia del Jefe del Estado, hay poco que hacer, te apunten o no con una pistola en la frente. Además Evo sí denunció que hubo un “golpe” en su contra, aunque se cuidó mucho de culpar a los militares.

3.- ¿Entonces no pretendía renunciar al poder?

—En absoluto. Viéndose acorralado por el demoledor informe de la OEA, que constató fraude masivo en las elecciones del 20 de octubre, cuando se cayó el sistema en pleno recuento del voto, el presidente boliviano trató de ganar tiempo anunciando que aceptaba la repetición de elecciones, aunque sin dar fecha. Pero para el mediodía del domingo ya era demasiado tarde, sobre todo tras la decisión del sábado de la Policía de amotinarse contra su gobierno y no reprimir a los manifestantes en su contra.

4.- ¿Por qué el Ejército boliviano dejó de apoyar a Evo Morales?

—Va contra la lógica bolivariana, ya que concedió muchos privilegios económicos y parcelas de poder a la casta militar, a cambio de reprimir cualquier intento de ser de­salojado del poder. Es la exitosa receta aplicada desde hace décadas por el régimen cubano para sobrevivir y es la explicación de por qué los militares sostienen aún en el poder al venezolano Nicolás Maduro y al nicaragüense Daniel Ortega.

Una explicación plausible la vemos estos días de disturbios y agitación en las calles bolivianas, con militares y policías portando crucifijos y renegando de la Constitución laica. En el país andino convivían un alma indigenista y un alma fundamentalista cristiana. Tampoco era un secreto el malestar entre las filas castrenses por la obligación de asistir a la Escuela Militar Antiimperialista, que Evo inau­guró en 2016. A diferencia de lo que ocurre en Venezuela y Cuba, el intento de adoctrinar a las Fuerzas Armadas bolivianas en el anticapitalismo chavista no prosperó. Tampoco gustó mucho entre los mandos castrenses la ocurrencia de Morales de regalar al papa Francisco un cristo crucificado en la hoz y el martillo comunista, o que el 17 de octubre de 2017, con motivo del 50 aniversario del fusilamiento del Che Guevara por parte de soldados bolivianos, el mandatario reivindicara la figura del guerrillero “que vino a refundar Bolivia y fue matado por la CIA”.

5.- ¿Hizo bien el presidente Andrés Manuel López Obrador en otorgarle asilo?

—Sí. No sólo debido a la larga tradición de asilo por cuestiones humanitarias que caracteriza a México, sino porque al menos Evo Morales no arruinó la economía ni malgastó dinero en crear milicias armadas como sí hicieron sus aliados Maduro y Ortega, con cientos de muertos y torturados en cárceles a sus espaldas.

6.- Evo Morales dice que regresará a Bolivia, con más fuerza y energía…

—De momento, que se conforme con dormir en México, que se calmen las aguas y esperar a ver cómo se resuelve el vacío de poder que dejó.

7.- ¿Cómo rellenar el vacío de poder que dejó?

—En ningún caso aceptando la temeraria propuesta del líder cívico de Santa Cruz, Luis Camacho, de expulsar a los legisladores y jueces e instalar una junta cívico-militar. Rota al completo la cadena de mando demócratico, con la dimisión del vicepresidente de la República y los líderes del Senado y Cámara de Diputados, es vital que el Legislativo se reúna de urgencia y oficialismo y oposición nombren un Ejecutivo interino, que convoque a elecciones y que estén vigiladas por la OEA.

Por su parte, la OEA, que se reúne hoy, debería dejar meridianamente claro que sancionará a Bolivia si el golpe de Estado es para reinstaurar la dictadura. El presidente de EU, Donald Trump, debería de tragarse sus aplausos a los militares bolivianos y apoyar con firmeza la pronta normalización democrática de Bolivia. La situación en Sudamérica —con Chile en llamas, Maduro amenazando a la oposición venezolana y el ultraderechista Jair Bolsonaro poniendo en guardia al Ejército brasileño—, no está para peligrosas aventuras castrenses.

fransink@outlook.com