
Un sábado de julio de 1989 más de 200 mil personas disfrutaron de un mítico concierto de la banda inglesa Pink Floyd que se realizó en el Gran Canal de Venecia, el cual fue calificado como la manifestación de rock más grande en la historia de la música.
El esperado concierto gratuito se realizó sobre un escenario flotante, frente a la impresionante plaza de San Marcos, recibió a personas de todo el mundo, los organizadores en su momento comentaron que había público de 23 países, pero a 27 años de distancia se sabe que asistieron personas de más de 38 nacionalidades que desbordaron La ciudad de los canales.
Pero el concierto no estuvo exento de polémica. Algunos de los titulares fueron: “Venecia profanada por el rock”, “el desembarco de los bárbaros”. Una polémica causada por la conveniencia de realizar o no el concierto en este entorno casi intocable. No por culpa de los rockeros ingleses, sino porque Venecia estaba considerada en ese momento por todos como muy frágil.
La banda ofreció un concierto emotivo y lleno de energía
El legendario grupo rockero inglés puso en éxtasis a todos los asistentes a su concierto en Venecia desde las primeras notas de la canción “Shine on you crazy diamond”, de Gilmoure, con la cual abrió el espectáculo.
Se temían daños a los monumentos de arte. Se levantaron todas las asociaciones defensoras del medio ambiente. Pero las autoridades venecianas llegaron a un compromiso: el concierto se celebraría a un volumen sonoro del 50% más bajo de lo normal.
Resultaba impresionante admirar el escenario que Pink Floyd llevaba de un lado a otro del mundo para exhibirse en sus conciertos. Esa vez tuvo que construirse uno especial más pequeño de lo normal, pero no variaba mucho de los escenarios ‘terrestres’ que se utilizaban. El escenario original tenía forma de media Luna, medía casi 60 metros de largo por 50 de ancho, y para el directo de Venecia tuvo que recortarse a 45 x 30.
Filas de focos generaron efectos increíbles sobre el agua. Abajo, junto a la banda, columnas de humo y focos de luz colocados estratégicamente hicieron un efecto psicodélico clásico en los conciertos de Pink Floyd. Posteriormente el grupo siguió usando el mismo escenario ‘terrestre’ modificado para su gira de 1994 (la última de Pink Floyd de ese momento), y como curiosidad, Joe Cocker también lo ‘pidió prestado’ para alguno de sus conciertos.
Los Rolling Stones, la Dave Mathews Band y hasta los Backstreet Boys se basaron en el escenario de la gira de Pink Floyd de 1994 para crear los escenarios de sus propios conciertos.
Como era habitual en los conciertos de los Floyd, “Shine On You Crazy Diamond” fue la primera canción que sonó. Es difícil decir algo de esta canción que no se haya dicho ya. Es parte de uno de los discos más exitosos de la banda: Wish You Were Here.
Detrás de ese tema empezaron las canciones propias del A Momentary Lapse Of Reason. “Learning To Fly” en primer lugar. “Yet Another Movie”, “Round and Around” y “Sorrow sonoron a continuación”.
“Learning To Fly y Sorrow” se han ganado un hueco entre las grandes canciones de Pink Floyd. En directo sonaron de una manera increíble, y además, durante su interpretación se pudo disfrutar por completo de toda la banda en acción.
En el diario El País se publicó un artículo sobre el evento en el cual describían lo que la población de la cuidad italiana demostró en esa época, aquí un fragmento:
“Pero Venecia, como también mostraban ayer los comentarios de toda la Prensa, ha aplaudido a los Pink Floyd hasta despellejarse las manos; ha aplaudido,el que miles de jóvenes de todo el país hayan invadido la ciudad sagrada del arte para entusiasmarse y emocionarse con la música, uno de los instrumentos universales de fraternidad y paz. Lo que no se perdona a los responsables del poder es que una ciudad sobre la que ha llovido dinero del mundo entero no acabe resolviendo el problema de sus estructuras y sea capaz de recibir a quienes la aman sin necesidad de quedar convertida en dormitorio o baño público”.
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