El cuerpo de Norberto Ronquillo, el estudiante de Mercadotecnia que fue secuestrado el martes 4 de junio al salir de la universidad, fue hallado en la zona boscosa de la alcaldía de Xochimilco.

Los asesinos lo dejaron envuelto en bolsas de plástico negras, atado con cables y cubierto con cobijas en la colonia Las Cruces.

Según la Procuraduría capitalina el cadáver del joven de 22 años presentaba un avanzado estado de descomposición, por lo que creen que habría sido asesinado horas después de su plagio.

Horas después de confirmar la identidad de Norberto, gracias a la ropa que portaba, su madre, Norelia Hernández pidió a las autoridades: “si no pueden, renuncien”.

“Es mi hijo y en verdad yo creo que así sería y así es, si no pueden, que nos digan y que renuncien y que siga adelante esto, al final de cuentas es la vida de mi hijo”. “No es Norberto, es México. Esto le está removiendo a medio México, porque si no fue mi vecino, fue mi sobrino, mi tío o mi maestra. Siempre tenemos a alguien, esto no es aislado”, expresó la señora de 48 años.

Dijo que buscaría al Presidente de la República para pedirle que atrajera el caso su gabinete de seguridad y se investigue desde la Fiscalía General de la República “para que ofrezcan resultados”.

El martes 4 de junio, Norberto abandonó las instalaciones de la Universidad del Pedregal, en Xochimilco. Iba a bordo de su vehículo, un versa blanco, que fue captado por las cámaras de seguridad.

Sin embargo, se dejó de saber de él, después de que entregó el boleto de estacionamiento y le mandó un mensaje a su novia en el que le decía que ya iba a su casa.

Después de eso, fue secuestrado. Ese mismo día por la noche sus captores entablaron contacto con sus padres mediante el teléfono de Norberto.

Le avisaron que estaba plagiado y pidieron un rescate de 5 millones de pesos. Pidieron no denunciar a la policía, y a cambio, no le pasaría al joven que ya se iba a graduar.

Tras negociaciones entre captores y familiares se estipuló la entrega de menos de un millón de pesos en el Autolavado Sifón Speed Wash. Uno de sus primos fue el que lanzó el dinero por una de las rejas del sitio. Y es que se acordó con los hampones que horas después se entregaría al joven en el mismo lugar.

Pasaron las horas, los días… y ya no se supo nada de Norberto ni de los secuestradores.

Ya no se volvieron a comunicar con los papás.  Transcurrieron siete días desde que desapareció hasta que lo encontraron. Fue identificado por la ropa que llevaba.

El viernes pasado, cuando se realizó la ceremonia de graduación de su grupo, sus padres, compañeros y maestros, se manifestaron frente a la universidad. Llevaban pancartas y mantas con la foto de Norberto y la leyenda: “#NosfaltaNorberto”.

Incluso ese día sus compañeros optaron por no hacer la fiesta y, en la foto de generación, aparecieron con un cartel con la misma frase de denuncia.

Ayer, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, comentó durante su conferencia matutina que le duele ver casos como el de Norberto Ronquillo y que se encuentra trabajando por la paz y la tranquilidad en el país y en la Ciudad de México.

“Estamos ocupados y preocupados, lamentamos mucho estos casos, duelen, lo digo de manera sincera”, dijo AMLO.

Después señaló que durante su gestión como jefe de Gobierno los índices delictivos disminuyeron, pero que las últimas administraciones locales no atendieron la inseguridad como se debía.

A su vez la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, prometió que harán justicia.

“Yo entiendo su dolor, no voy a entrar en ninguna... más que toda mi solidaridad y mi apoyo... y mi compromiso de hacer justicia”, dijo la jefa de gobierno.

Los papás de Norberto están a la espera de que los servicios periciales determinen las causas de su muerte, así como la fecha en que fue asesinado.

Por la tarde les entregaron el cuerpo para realizar los servicios funerarios.

La Universidad del Pedregal suspendió labores por tres días en señal de duelo.