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El hallazgo de restos de 215 niños indígenas enfrenta a Canadá con su pasado racista

Aparecieron en los terrenos de un antiguo internado, uno de tantos que usó el gobierno canadiense durante 120 años y hasta 1996 para borrar a la fuerza la identidad de los menores aborígenes.

Niños indígenas en uniforme escolar, circa 1920
Niños indígenas en uniforme escolar, circa 1920 Niños indígenas en uniforme escolar, circa 1920 (La Crónica de Hoy)

El pasado profundamente racista de Canadá ha quedado expuesto de nuevo tras el hallazgo, este viernes, de los restos de al menos 215 niños indígenas. Los encontró una asociación indigenista enterrados en los terrenos del antiguo internado de Kamloops, en el oeste del país.

Esta antigua residencia escolar es un de tantas de las que usó el gobierno durante cerca de 120 años, desde el Siglo XIX y hasta 1996, para diluir la identidad de los niños indígenas para asimilarlos en la sociedad.

Concretamente, en el caso de Kamloops, este gran internado, ubicado en una ciudad pequeña que se encuentra a medio camino entre Calgary y Vancouver, en la Columbia británica, operó entre 1890 y 1969.

Rosanne Casimir, jefa de los tk'emlúps te secwépemc, el grupo indígena de la provincia de la Columbia Británica autor del hallazgo, explicó el viernes que los restos pertenecen a niños cuyas muertes nunca se llegaron a documentar, es decir, que estaban considerados desaparecidos.

Casimir agregó que los encontraron el fin de semana pasado, enterrados en el perímetro de la residencia escolar. "En nuestra comunidad teníamos sospechas que hemos sido capaces de verificar", agregó la líder indígena, quien agregó que algunos de los fallecidos solo tenían tres años.

Vista exterior del antiguo internado para niños indígenas de Kamloops (La Presse Canadienne).

El grupo indígena descubrió los cuerpos utilizando un radar de penetración en el terreno para no alterar los restos y señaló que continuará la búsqueda en el recinto de la residencia escolar de Kamloops.

"Esperamos que el verdadero cálculo de los estudiantes desaparecidos proporcione algo de paz y conclusión a aquellas vidas perdidas y sus comunidades", añadió el grupo indígena.

El gran problema de estos internados no es que alojaran a niños indígenas, sino que es que lo hacían a la fuerza.

Durante más de un siglo, el Estado canadiense instauró prácticas de profundo racismo institucional, como arrancar a los niños de sus familias indígenas para internarlos a la fuerza en estas residencias escolares, con el objetivo de que olvidaran sus costumbres y lenguas aborígenes.

Se calcula que estas escuelas llegaron a alojar a 150 mil niños, el 30 por ciento de toda la población infantil indígena, hasta que la última cerró en 1996.

Habitualmente estaban operadas por grupos religiosos, y en muchas ocasiones, llegaban a situarse a cientos de kilómetros de las comunidades originales de los menores.

Además, en muchos casos, los niños sufrieron abusos físicos, sexuales y psicológicos sistemáticos, incluidas torturas. En algunos casos, las autoridades canadienses realizaron experimentos "científicos" con ellos.

En 2015, un informe de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá, creada en 2008 para investigar y denunciar el sistema de residencias escolares, concluyó que el país utilizó los internados como herramienta para cometer un "genocidio cultural".

Además, concluyó que 1 de cada 50 niños enviados a estas residencias, murieron dentro de las instituciones. Finalmente, en 2017 el gobierno canadiense, liderado por el primer ministro Justin Trudeau, se disculpó oficialmente por el genocidio.

Con información de EFE.

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