Hernán Cortés fue un cultivador del género epistolar ya que redactó más de 150 cartas dirigidas a diversos personajes, desde a sus mayordomos hasta a la emperatriz Isabel de Portugal. Así lo comentó María del Carmen Martínez Martínez, investigadora de la Universidad de Valladolid, España, considerada la continuadora de José Luis Martínez (1918-2007) en el estudio de documentos cortesianos y quien actualmente trabaja en un Índice razonado de dichos textos.

Durante el coloquio 500 años del desembarco de Hernán Cortés 1519-2019 celebrado en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Martínez Martínez mencionó dos ejemplos de nuevas cartas que ha encontrado en archivos españoles y que fueron escritas por Hernán Cortés.

“Cortés acostumbró a escribir al emperador o a la emperatriz, dependiendo en qué momento, sobre el discurrir de sus caminos por el mundo: de cuando llegó a la Nueva España o cuando llegó al territorio peninsular. En ese sentido, doy a conocer el texto de dos nuevas cartas de Cortés escritas al emperador, una fechada en 1528 y otra en 1540”, dijo la especialista.

La carta con fecha de julio de 1528 fue escrita en Madrid y de acuerdo con Martínez Martínez marca el peso que tuvo la emperatriz para el conquistador y cómo ella, Isabel de Portugal, fue la más interesada en crear una empresa de colonias.

“A quien primero saluda en la carta es a la emperatriz, pensemos que esa magna empresa de la Mar del Sur por la que viene trabajando Cortés poco después de agosto de 1521, conseguirá capitulación de manos de la emperatriz, con quien la relación de Cortés es estrecha”, destacó.

Esa cercanía, explicó, se debe a un elemento familiar. “Si introducimos el elemento familiar de Hernán Cortés es porque su hijo Martín, el hijo que tuvo con Marina, fue paje de la emperatriz en la Corte de Castilla. (En) esa carta del año 1528, Cortés le escribe al emperador por si éste desea que vaya a su encuentro en el escenario de Monzón”, señaló.

Sobre el otro hallazgo epistolar, Martínez Martínez señaló que data de junio de 1540. “Ha llegado Cortés en esas fechas de nuevo a Castilla con sus hijos. Ahí le explica al monarca las razones de su viaje, ya conocidas y explicadas por los cronistas, pero particularizada por la pluma de Cortés en este texto”, dijo.

En ese año Cortés dio información particular de la Nueva España “para pedir justicia por el comportamiento y los agravios del Virrey Mendoza, y para solicitar que no se haga con él más que como una viuda o un huérfano, es decir, marca su estado anímico en la propia carta”.

— ¿Estas dos cartas estarán en el índice razonado que realiza?

— Esas dos misivas no están publicadas en la compilación hecha por José Luis Martínez. Son cartas que le escribió al emperador para darle cuenta de su llegada a España, de asuntos sobre los que escribe estando en España. Éstas y otras muchas cartas de las que no he podido hablar en mi ponencia las incluiré en el índice. Son cartas que estaban en archivos españoles.

CON MIRAS DE HUMANISTA. María del Carmen Martínez Martínez, que ayer impartió la conferencia Hernán Cortés: redes epistolares, comentó que Hernán Cortés fue un cultivador del género epistolar de la misma manera que los humanistas de aquellos años.

“A la escritura epistolar recurrieron los humanistas y los hombres de negocios. Cortes usó la carta para diferentes fines, comunicó sus situaciones a personajes destacados, dio órdenes y recibió información de sus capitanes. La carta alcanzó el ámbito más doméstico y familiar de Cortés, y fue la vía de expresión utilizada en sus negocios”, señaló.

La investigadora precisó que Cortés también usó la carta para cultivar amistades y como vía de comunicación habitual con el monarca, así como para escribir al Consejo de Indias y a familiares.

Por ejemplo, dijo, envió misivas a su papá, Martín Cortés; a su mamá, Catalina Pizarro; a su hijo, Martín de Cortés; al licenciado García de Llerena, al juez Juan Altamirano, a su primo Francisco Núñez y a los embajadores de Italia.

Martínez Martínez lamentó que no exista un libro copiador que permita saber cuántas cartas escribió Cortés y a quien las dirigió.

“Esa realidad es desconocida pese a que existe el inventario de algunos de sus papeles en el que aparecen libros de cuentas, de joyas, personal de su casa, incluso en una fecha temprana (1534), una relación de Michoacán”, dijo.

ESCRITURA CIFRADA. Para escribir sus cartas, Hernán Cortés acudió a un escribano profesional, los cuales ha identificado María del Carmen Martínez Martínez.

“Podemos identificar a sus secretarios: el primero fue Pedro Hernández, después Juan de Ribera, Alonso Valiente, Alonso de Villanueva, Palacios Rubio, Martín del Castro, Pedro del Castillo y Pedro de Ahumada”, mencionó.

La experta dijo que Cortés se ocupó de escribir personalmente algunas cartas, de las cuales sólo ha logrado ubicar dos de su puño y letra. Otro dato que comentó la investigadora es que Cortés escribió cartas cifradas.

“Cortés recurrió a la utilización de cartas cifradas, es decir, a ocultar parte de los pasajes que quería escribir y eso hace que en algunas cartas veamos raros caracteres que requieren una tabla de equivalencia, eso forma parte del arte de la criptografía. Porque cuando el escribano tenía que incorporar esa carta a un proceso judicial llegaba a una serie de líneas en las que no entendía nada”, indicó.

Sobre esa tabla de cifras de Hernán Cortés existe un registro de que la relación de esos caracteres los envió desde la Nueva España a su procurador, Francisco Núñez, en agosto de 1531. “Le escribe que le envió un pliego de cifras”, dijo.

El conquistador firmó sus misivas como Marqués del Valle y Hernando Cortés, además fue muy cuidadoso con sus envíos ya que mandó correspondencia por duplicado o triplicado y por diferentes vías, a pesar de ser un texto idéntico.