El objetivo de la cruzada contra el huachicoleo es loable pero nos está faltando información. Y es la falta de información y capacidad de comunicación la que impacta en los mercados, los que sean, y estos con repercusiones en los bolsillos de las personas. El problema ahora son los efectos. Cierto, no hay forma de medir los impactos del desabasto en el mediano plazo, pero de continuar así los resultados pueden ir desde la escases de mercancías, reducción de empleo y hasta efectos inflacionarios.

Por el momento no se cuenta con información precisa de cuándo se normalizará dicha situación, no sabemos si es porque ni ellos lo tienen claro o porque no pretenden alarmar a la sociedad, pero como sea, esto está teniendo consecuencias a través del incremento de los costos. Porque sustituir la distribución por una red de pipas es una forma mucho menos rápida e ineficiente, que se refleja en el transporte de pasajeros y de mercancías (ya, en el corto plazo).

Lo que indudablemente comienza a tener reflejos en los bolsillos de la gente, de los microempresarios (quienes más empleo producen) y no nos extrañe que comience la reducción de ventas, despidos, desaceleración de la economía y aumento de la pobreza. No, no se está exagerando, muchas personas dependen económicamente del esquema de la movilidad, es su fuente de empleo y si le quitamos la materia prima para trabajar todos conocemos los efectos, incluido entre ellos el de la pobreza.

Por ello lo que urge es claridad en la información, mayores datos que permitan a empresarios, comerciantes, trabajadores, transportistas o taxistas saber que el objetivo que se propuso se cumplirá, pero que además se restablecerá con fechas claras, porque si no, estaremos ante la historia de siempre: políticas públicas claras en cuanto a su objetivo, pero un fracaso en su implementación.

Twitter: @DrLuisDavidFer