La huelga general convocada ayer en Hong Kong, la primera en cinco años, provocó el caos en los medios de transporte y convirtió la ciudad en un campo de batalla entre manifestantes y policía.

El paro afectó principalmente al sector financiero, a los medios de comunicación y a los transportes. Los manifestantes paralizaron tanto las carreteras como el metro y el aeropuerto internacional de la ciudad tuvo que cancelar más de 100 vuelos después de que 2 mil 300 trabajadores aéreos se sumaran al paro.

A su vez, se sucedían protestas en las calles, que comenzaron a la una de la tarde, hora local, cuando los manifestantes marcharon por las principales vías de siete distritos de la ciudad.

El colapso provocado por la huelga obligó a Carrie Lam, jefa del ejecutivo local, a comparecer en rueda de prensa. Lam denunció el aumento de la violencia y que “las protestas han ido más allá de la ley de extradición”.

DISTURBIOS POLICIALES. Hong Kong se paralizó en la jornada de ayer bajo fuertes enfrentamientos entre cuerpos de seguridad y activistas. La policía cargó con gas lacrimógeno contra los manifestantes cuando éstos  intentaban asediar varias comisarías. Por su parte, los activistas prodemocracia se defendieron con paraguas negros, el color de las protestas, o piedras y prendieron fuego a algunas papeleras.  Las autoridades hongkonesas confirmaron el arresto de 82 personas.