Los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron ayer con éxito un ataque con diez drones (aviones no tripulados) contra dos refinerías de la petrolera estatal saudí Aramco en el este de ese país árabe, donde provocaron graves incendios que pudieron ser controlados.

El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, informó en un comunicado de que las instalaciones atacadas esta mañana se ubican en las áreas saudíes de Abqaiq y Khurais.

En línea con su retórica habitual, Sarea justificó los ataques como una respuesta “legítima” a las agresiones de los últimos cinco años contra el Yemen, donde Riad lidera una coalición militar árabe en favor del gobierno yemení reconocido internacionalmente: “Prometemos al régimen saudí que nuestras operaciones futuras se expandirán más y más y serán más dolorosas que antes mientras continúen las agresiones y el asedio”, concluyó el portavoz militar de los rebeldes.

Por su parte, una fuente del Ministerio de Interior saudí citada por la agencia oficial del reino, SPA, confirmó que los equipos encargados de la seguridad de Aramco extinguieron los dos fuegos.

IMPACTO ENORME. Horas después del ataque, y una vez que los incendios ya se habían extinguido, el régimen saudí reconoció que Aramco, que es la mayor empresa petrolera del mundo, se vio obligada a reducir un 50 por ciento su producción de petróleo, en 5.7 millones de barriles diarios. Esto equivale a alrededor del 5 por ciento de la producción mundial.

Pese a los graves daños, Aramco, que según las agencias Fitch y Moody’s ganó 111 mil 100 millones de dólares en 2018, aseguró que cubrirá la demanda de sus clientes con las reservas de barriles que tiene acumuladas.

AFECTACIÓN PLANETARIA. Aunque las consecuencias a nivel mundial del ataque no se conocen aún, el presidente de EU, Donald Trump, reconoció, tras hablar por teléfono con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, que el ataque ya afectó a la economía de EU y del mundo.

Además, aseguró que Bin Salmán le aseguró que Riad cuenta con “la voluntad y la capacidad para afrontar y tratar esta agresión terrorista” de los hutíes, que en las últimas semanas han intensificado sus ataques a Arabia Saudí.

EU ACUSA A IRÁN. Este grave incidente amenaza, por si fuera poco, con recrudecer aún más el conflicto diplomático abierto que mantiene Estados Unidos con la República Islámica de Irán, que apoya a los rebeldes hutíes, porque ejercen la confesión islámica chií, igual que el régimen de Teherán.

Precisamente por ello, el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, fue más allá del conflicto en el golfo pérsico, y afirmó que, en realidad, “no hay evidencias” que sugieran que el ataque con drones se lanzara desde Yemen, por lo que responsabilizó directamente a Irán.

“En medio de llamados para reducir la tensión, Irán ha lanzado un ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo”, escribió Pompeo en su cuenta en Twitter.