Opinión

Iberia: ser o no ser, en el brexit

Iberia: ser o no ser, en el brexit

Iberia: ser o no ser, en el brexit

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Desde que en el Reino Unido ganó —con un pequeñísimo margen— la opción de retirarse de la Unión Europea, muchos analistas han buscado las innumerables dificultades que se le presentan hoy y se presentarán en el futuro, a las empresas que aprovecharon los beneficios de ese bloque comercial para expandir sus operaciones.

La aviación no es la excepción y la principal perjudicada es IAG (Grupo Internacional de Aviación, por sus siglas en inglés), que incluye a las aerolíneas British Airways, Level, Iberia y Vueling y que tiene como accionistas a la aerolínea Qatar Airways (21.4%), la gestora estadunidense Capital Group y el fondo de ese país, BlackRock, así como el británico Standard Life Aberdeen.

Y aunque del lado español se encuentra Garanair, subsidiaria de la muy española El Corte Inglés (a pesar del nombre) y que mantiene derechos de voto por 49.9%, lo cierto es que para las autoridades de la Unión Europea con sede en Bruselas, esto no es suficiente.

El divorcio entre la Unión Europea y el Reino Unido está resultando muy difícil para este grupo de aerolíneas, pues aunque el Brexit  también tiene un gran peso para Ryan Air e Easy Jet, que tienen muchas operaciones en todo el territorio que hoy se fragmenta, las dos emblemáticas del bajo costo ya han empezado a buscar la forma de salir y no tienen tantos problemas, ya que la segmentación de sus inversiones está más clara.

El momento más difícil iniciará a partir del 29 de marzo, fecha en la que se hará oficial y definitivo el divorcio. No obstante, en las últimas semanas la aerolínea de bandera de España, pese a que su capital ya no es tan europeo, estuvo negociando en Bruselas una prórroga que le permita conseguir otros socios, tanto para la tradicional Iberia, como para Iberia Express y Vueling, lo cual no se ve fácil. Recordemos el brete en el que está metida Alitalia y las otras empresas otrora de bandera, que han tenido que unirse o cerrar.

Por lo pronto, tiene ya una tregua que va de 6 meses a un año, para poder encontrar un nuevo esquema accionario, pero es claro que si Iberia y sus filiales no encuentran pronto un socio “europeo” se convertirán en una empresa inglesa con un “hub español”, y pueden —incluso— perder sus derechos de tráfico y la capacidad de manejar sus rutas y frecuencias al interior de la Unión Europea, un escenario que se aúna a las muchas incertidumbres que sufren las ­aerolíneas.

Lo que está quedando de manifiesto es que el antiguo esquema bilateral que nació en 1947 con el Convenio de Chicago, el cual no se ha modificado, y que oficializa una política muy proteccionista y restrictiva para las aerolíneas, afecta directamente a las empresas pero también a los usuarios. Un gran reto para la Organización de Aviación Civil (OACI) que, aunque ya estaba caminando al multilateralismo, se ha encontrado de pronto con la ola que regresa. Así pasa.

Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirle a los trabajadores su patrimonio y dejar de culparlos por los quebrantos de la empresa.

raviles0829@gmail.com

Twitter: @charoaviles