Desde hace dos años, los integrantes del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ha enfrentado el desafío de tomar muy en serio su papel como reguladores y respaldar el ejercicio de la Ley Federal de Telecomunicaciones, en específico el artículo 276. No ha sido fácil porque ese artículo faculta al IFT para establecer si un jugador en este sector puede considerarse Agente Económico Preponderante (AEP) y, en ese caso, determinar condiciones para llevar su participación de mercado a niveles inferiores al 50 por ciento.

El IFT también tiene la potestad para determinar si un AEP ha cumplido con la ley en materia de competencia y eliminar las medidas asimétricas. Por eso es tan importante que el IFT y sus comisionados cumplan con su trabajo.  En este momento, por cierto, se lleva a cabo la Consulta Pública sobre la efectividad en términos de competencia de las medidas impuestas a los AEP en el sector de las telecomunicaciones, en donde América Móvil, Telcel y Telmex tienen una posición muy importante.

Las mediciones y cálculos independientes sobre la participación de estas compañías revelan que su participación de mercado sigue por arriba del 70 por ciento. No resulta cierta, en cambio, la afirmación de que en este sector ya se cuenta con competencia efectiva. Los números de los expertos simplemente dicen otro caso.

El IFT, además, ha recibido desde hace varios años quejas y más quejas de operadores de esta industria que, simplemente, no han recibido respuesta del regulador ante la denuncia de obstáculos en su operación vinculados con el acceso a infraestructura que, en teoría, Telcel , Telmex y AMX tenían que proporcionar. Me refiero, por ejemplo, a la instalación de antenas en torres de esta compañía que todavía es considerada un AEP.

Telesites, la empresa cuyos activos y antenas se desincorporaron por órdenes del IFT como una de las medidas asimétricas y que hoy forman parte del grupo Carso como una entidad independiente, registró un mal trimestre con ingresos a la baja mientras los operadores le piden servicio. Resulta paradójico que el conflicto entre la demanda de sus servicios y el acceso a la infraestructura de Telesites, pudieran ser obstáculos ficticios para no dar acceso a sus torres. Complejo, pero ése es un tema que tiene y debe investigar el IFT.  Otro problema es que los operadores no tienen una base de datos clara sobre la ubicación de antenas del AEP

No existe, simplemente, un registro o censo federal sobre el número y ubicación de antenas de telecomunicaciones. El Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) ha declarado reservado, por razones de seguridad nacional, dicho registro.

La empresa Telesites, del Grupo Carso, estima en su prospecto de colocación que en México el mercado de antenas está conformado sólo por 10 mil bases de telecomunicaciones, pero no informa sobre la ubicación de sus sitios.

Claro que debería considerarse información privada o estratégica, pero eso constituiría un obstáculo para la competencia. Así, resulta claro que el dominio que mantiene Telmex a nivel nacional en servicios de telefonía y banda ancha fija, no puede ignorarse a partir de análisis sesgados y con datos aislados de algunas localidades en las que operadores como Izzi, Megacable o Total Play, han realizado fuertes inversiones para incrementar la capacidad y calidad de sus redes.

Las propias cifras del IFT dan cuenta de que, a cinco años de que se le impusieran medidas asimétricas a Telmex, éste no ha perdido terreno en el segmento fijo de telecomunicaciones, pues tiene en su poder más del 55 por ciento de todos los suscriptores de telefonía e internet en conjunto.

Claudia Villegas
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