La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que llevó a cabo una visita de inspección al Zoológico de Chapultepec, para recabar información e integrarla a la investigación que se inició para conocer la causa de muerte del gorila Bantú, ocurrida el pasado miércoles durante el manejo para su traslado al zoológico de Guadalajara.
La depedendencia federal indicó que todos los elementos recabados serán integrados y analizados en su conjunto, para determinar si la muerte fue causada por una negligencia médica o error humano en la aplicación del protocolo.
Enfatizó que recabará y analizará todos los elementos para determinar si el personal que llevó a cabo el manejo del gorila realizó actos no apropiados o no se tuvo la diligencia requerida para efectuarlo bajo condiciones que evitaran o disminuyeran la tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor del ejemplar.
En aproximadamente un mes, abundó, se contará con los resultados de los laboratorios de patología y se determinará lo que corresponda.
Refirió que los inspectores de la Profepa solicitaron a la dirección del zoológico el historial clínico, el protocolo de manejo y el reporte de necropsia de Bantú, además de entrevistar a cada uno de las personas involucradas en la preparación y aplicación del manejo del gorila que sería trasladado.
Señaló que un elemento relevante son los resultados de los análisis de sangre e histopatología, para este último se ordenó que las muestras sean procesadas en tres laboratorios de patología distintos: el del zoológico de Chapultepec, el de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Entre los hallazgos de la inspección, abundó la Profepa, se encontró que al ejemplar le fueron aplicadas dos dosis de anestésico, una de 3.15 ml y otra de 1.5 ml, ambas dosis aplicadas por vía intramuscular y compuesta de tiletaminazolacepam, ketamina y medetomidina.
Una vez sedado, se le realizó a Bantú el examen físico general y la toma de muestras, durante aproximadamente 40 minutos, para posteriormente colocarlo en el cajón de transporte donde se le suministró el antagónico del sedante, consistente en una dosis de 3 mililitros de atipamezol.
No obstante, Bantú no logró su recuperación y se presentó el paro cardiorrespiratorio, por lo que se aplicaron los procedimientos de emergencia, sin poder revertirse el cuadro y registrar su muerte a las 22:00 horas del mismo miércoles 6 de julio.
Mencionó que en el año 2010 el zoológico de Chapultepec realizó contención química a Bantú, empleando tiletaminazolacepam y ketamina, dos de los tres fármacos usados en esta ocasión en que murió.
El gorila occidental o de tierras bajas (Gorilla gorilla), refirió la Profepa, es una especie catalogada en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) como en Peligro Crítico, ya que ha sido blanco de cazadores furtivos, además su comercio no está permitido y su traslado solo puede realizarse con fines de investigación científica o de educación ambiental.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) lamentó la pérdida de Bantú, quien fue protegido por el Zoológico de Chapultepec, uno de los miembros activos y acreditados por la asociación.
Afirma que el Zoológico de Chapultepec trabaja con altos estándares de calidad que permiten alcanzar la conservación, educación, investigación y bienestar de la fauna.
Como ejemplo, expuso, el zoológico sorprendió a la sociedad internacional con la reproducción del Cóndor de California, especie en peligro de extinción, que fue liberada en su hábitat natural de la sierra San Pedro Mártir, en BC.
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