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Indígenas de Brasil piden apoyo mundial para expulsar a mineros que propagan el coronavirus

En Brasil, el segundo país del mundo con más contagios, se han confirmado más de mil 100 indígenas infectados y cerca de medio centenar muertos por el COVID-19 tan solo en las zonas rurales del país, aunque la cifra de fallecidos asciende hasta 147 si son considerados los nativos que viven en áreas urbanas.

Indígenas de Brasil piden apoyo mundial para expulsar a mineros que propagan el coronavirus

Indígenas de Brasil piden apoyo mundial para expulsar a mineros que propagan el coronavirus

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Indígenas de la etnia Yanomani, una de las más afectadas en la Amazonía brasileña por la pandemia, lanzó este martes una campaña mundial para expulsar a millares de "garimpeiros", que a través de la minería ilegal, están acabando con la selva y con sus pueblos al propagar el COVID-19 en sus aldeas.

Los indígenas buscan evitar que el 40 % de su población termine infectada por el coronavirus con las actividades que a diario realizan los casi 20 mil mineros ilegales identificados en sus territorios.

La campaña #ForaGarimpo#ForaCovid busca conseguir 100 mil firmas para que el Gobierno de Jair Bolsonaro expulse a los extractivistas ilegales de su región y con ello se ponga freno a la propagación de la pandemia en el territorio yanomani, el más vulnerable con el COVID-19 en la Amazonía.

Los yanomanis, una de las etnias más numerosas de Brasil, llevan más de tres décadas de lucha tras ser invadidos en 1987 por los "garimpeiros" (buscadores de oro).

En los siete años siguientes a la invasión esta tribu perdió una quinta parte de su población por culpa de la minería ilegal, una actividad avalada por el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien busca legalizar esta labor para llevar el "progreso" a los territorios indígenas del país.

La tierra yanomami es la mayor reserva de los pueblos ancestrales de Brasil y cuenta con 9.6 millones de hectáreas repartidas entre los estados amazónicos de Roraima y Amazonas (norte del país).

Se calcula que allí hay unos 20 mil garimpeiros ilegales, actividad que, según las organizaciones ecologistas, han aumentado por la reducción de la fiscalización en la región y el discurso del presidente Bolsonaro.

Ahora el problema no solo se reduce a la minería ilegal, pues con los extractivistas ilegales llegó el COVID-19 a esos territorios, un virus que puede acabar con al menos mil 600 yanomanis y con miembros de varias comunidades ye'kwana que también viven en esos territorios, de acuerdo con un estudio de la organización Instituto Socioambiental (ISA).

El tema, que según ISA pasó de ser "un problema histórico a convertirse en un asunto de salud pública", prendió las alarmas de los indígenas yanomanis que, junto con otras etnias de la Amazonía brasileña, decidieron lanzar la campaña para salvar a sus pueblos.

En Brasil, el segundo país del mundo con más contagios, se han confirmado más de mil 100 indígenas infectados y cerca de medio centenar muertos por el COVID-19 tan solo en las zonas rurales del país, aunque la cifra de fallecidos asciende hasta 147 si son considerados los nativos que viven en áreas urbanas.