Irán capturó ayer dos petroleros británicos en el disputado Estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico, tensando aún más la cuerda con Occidente después de los recientes encontronazos en la zona. De hecho, el incidente se produjo un día después de que Estados Unidos asegurara haber derribado un dron iraní que se acercó a un buque estadunidense, suceso que ayer Teherán rechazó.

En el mismo día en que Gibraltar anunció que retendrá durante 30 días más al petrolero iraní interceptado en sus aguas el pasado 5 de julio, Irán anunció el arresto de los dos buques, que, según indicó la República Islámica desobedecieron los “reglamentos marítimos”.

Una flotilla del ejército iraní interceptó el primer petrolero, llamado Stena Impero, y lo condujo a la costa para comenzar con el proceso legal, según el comunicado castrense.

Poco después, el canciller británico, Jeremy Hunt, informó de la captura de dos petroleros en Ormuz, uno británico y otro con bandera liberiana, propiedad de una naviera del Reino Unido, algo que calificó de “inaceptable”.

Sin embargo, Irán indicó que en realidad sólo retuvieron “brevemente” al petrolero de bandera liberiana, llamado Mesdar, y le informaron sobre “seguridad marítima”.

Por su parte, la naviera Stena Bulk, propietaria del Stena Impero, que llevaba 23 tripulantes a bordo y se dirigía a Arabia Saudí, explicó en una nota que perdió el contacto hacia las 3 de la tarde, hora local, con su buque después de que se le acercaran “pequeñas embarcaciones sin identificar y un helicóptero”.

DESMENTIDO. Entre tanto, la República Islámica desmintió ayer que el jueves Estados Unidos ­derribara un dron suyo por haberse acercado demasiado al buque de guerra USS Boxer en el Estrecho de Ormuz. Esto es algo que tanto el presidente Trump como el Pentágono habían confirmado.

En cambio, el vicecanciller iraní Seyyed Abbas Araqchi bromeó asegurando que quizás el USS Boxer derribó “uno de sus propios drones por error”.

AMENAZA. Sin embargo, Trump insistió ayer en su versión de que sí derribaron el dron iraní y advirtió que si los líderes de ese país hacen algo “imprudente”, pagarán “un precio que nadie nunca ha pagado”.

El Estrecho de Ormuz es un angosto paso entre Irán y Omán por el que cruza una quinta parte del petróleo mundial y que las autoridades iraníes han amenazado con bloquear si las sanciones de EU les impiden exportar su crudo.