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Irán clama venganza en el funeral del “comandante mártir”, el mayor desde Jomeini

El régimen advierte de “un nuevo Vietnam” si EU no se va de la región. Pelosi anuncia votación en el Congreso para “limitar los poderes de Trump” y evitar la guerra.

Líderes iraníes asisten al funeral del ayatolá Rafsanjani
Líderes iraníes asisten al funeral del ayatolá Rafsanjani Líderes iraníes asisten al funeral del ayatolá Rafsanjani (La Crónica de Hoy)

Teherán fue testigo ayer del mayor funeral desde la muerte en 1989 del líder de la revolución islámica, el ayatolá Jomeini, y del mayor grito de venganza contra Estados Unidos, por el asesinato en Bagdad del poderoso comandante Qasem Soleimani, elevado a mártir no sólo en Irán, sino entre los chiitas de todo el mundo.

Entre llantos y gestos de dolor y rabia, cientos de miles de iraníes abarrotaron la plaza Azadí (Libertad) y sus aledaños para gritar “Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, muerte a Al Saud”, en alusión a la dinastía sunita de Arabia Saudí, su archienemiga regional.

Al pasar el camión que portaba el féretro del “general de los corazones”, la multitud tiraba trozos de tela con el objetivo de que los militares que estaban sobre el vehículo acariciaran con ellos el ataúd, mientras comparaban el asesinato del comandante en Irak con el martirio del tercer imán chií Husein, fallecido en la batalla de Kerbala (actual Irak) en el año 680.

Los asistentes a las exequias también expresaron sus condolencias al líder supremo, Alí Jamenei, quien entre sollozos lideró el rezo en honor a Soleimani, en el que estuvieron presentes el presidente iraní, Hasan Rohani y el líder del movimiento palestino Hamás, Ismail Haniyeh, cuya presencia demostró la importancia de Soleimaní fuera de las fronteras de Irán.

“No basta matar a Trump”. El nivel de retórica prebélica quedó marcado por las palabras del jefe de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hayizadeh, quien declaró que “la venganza del mártir Soleimani no terminará lanzando cuatro misiles, atacando una base (estadunidense) o incluso matando a Trump”, por lo que pidió luchar para expulsar a todos los estadunidenses de la región “o se convertirá en un nuevo Vietnam”.

“Debemos detenerlo”. Mientras tanto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, informó que se celebrará un voto para “limitar” los poderes del mandatario y evitar la guerra.

Pelosi remarcó su “preocupación” de que Trump, aconsejado por el secretario de Estado, Mike Pompeo, y su nuevo secretario de Defensa, Mark Esper, decidieran atacar a Soleimani “sin la consulta al Congreso y sin respeto por los poderes de guerra que otorga la Constitución”.

En este sentido, el senador demócrata Chris Murphy, miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara alta, aseguró que Trump “está tambaleándose hacia una guerra por decisión propia, una guerra provocada enteramente por sus acciones. Una guerra que provocará la muerte de miles de estadunidenses. El Congreso debe detenerlo”.

Ajeno a la maniobra de Pelosi, Trump elevó ayer sus amenazas contra Teherán al anunciar que bombardeará monumentos iraníes, tras la venganza prometida por el régimen islámico por la muerte de su jefe militar.

El mercado teme ahora que una eventual respuesta iraní a la muerte de Soleimani tenga como objetivo instalaciones petroleras en la región, lo que puede repercutir en los niveles de producción. Además, los analistas creen que la crisis puede dificultar el paso de cargueros por el estrecho de Ormuz, controlado por Irán, por donde se transporta una quinta parte de la oferta mundial de crudo.

“El mercado de la energía permanecerá probablemente al alza mientras Washington y Teherán mantengan el enfrentamiento”, señaló por su parte David Madden, experto de CMC Markets.

“En debida deferencia a la soberanía de la República de Irak, y según lo solicitado por el Parlamento y el primer ministro iraquí, la coalición internacional reubicará las fuerzas en el transcurso de los próximos días”, escribió el general estadunidense William Seely, comandante en Irak de las tropas aliadas.

Poco después el secretario de Defensa, Mark Esper, se vio obligado a rectificar y declaró que “No hay ninguna decisión de abandonar Irak” y añadió que la carta del general Seely es “incoherente”.

También el jefe del Estado Mayor Conjunto de EU, Mark Milley, aclaró a los periodistas que la misiva “es un borrador”: “Fue un error, no debió haber sido publicada”, precisó.

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