Noel Iván Villaseñor Castañeda (1972-2021) fue un pintor, dibujante y docente en escuelas de arte como La Esmeralda, ENPEG, la Escuela de Diseño del INBA, EDINBA, etc. También realizó ilustraciones, escribió poesía y cuentos, tocó rock alternativo con su grupo Puerkko, etc. El 20 de enero del 2021, falleció por complicaciones del COVID-19.

Villaseñor desarrolló en 1997 alucinantes pinturas con líneas concéntricas que detonaron en las siguientes dos décadas obras y personajes que mezclan belleza y horror, autobiografía y fantasía, alucinación y realidad, ecos Wixárika y Generación X a través de esculturas y relieves con cuentas de vidrio, pintura académica realista o seres imaginarios a los que a veces añadió luces led y neón; puntillismo impresionista gótico o materialidad abstracta aplicada con duyas pasteleras, explorando los conflictos de identidad en tribus urbanas o el erotismo en sexis y/o amenazantes chicas adolescentes.

Supuestamente, Iván ganó en el 2019 una mención en el premio Eisner de la industria del cómic en EU por, El Ojo del Ermitaño, historieta sobre un patito-araña; no hay rastro de ello en internet ni de su colaborador Alexandre Constatine; ¿mitomanía?, ¿fantasía que extienden su arte y personajes?, ¿escape ante el asfixiante mundo del arte mexicano? En Facebook, su hijo Iván Villaseñor Durán señaló el 21 de enero conmovido y sin rencor: “Como padre y como humano no lograste lo que te proponías, pues fue el arte quien se llevó toda tu energía”.

¿Es la difícil paternidad de Villaseñor respuesta ante una clase media cada vez más precaria?, ¿esto es síntoma de la crisis actual del padre proveedor?, ¿su arte materializa tanto el conflicto como la potencial renovación de la masculinidad actual?.¿su obra es un refugio ideal que anticipa con mayor complejidad estética y vivencial las expresiones infantiles de muchos jóvenes artistas emergentes?; justo, consideraciones como estas son las que inician ahora la discusión, preservación y difusión del legado de Iván Villaseñor.

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