El director de teatro, guionista, traductor y profesor universitario José Luis Ibáñez (1933-2020) falleció ayer a los 87 años. Oriundo de Orizaba, Veracruz, llegó a la Ciudad de México en 1946 y diez años más tarde comenzó a participar en el proyecto Poesía en Voz alta junto a escritores y artistas como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Héctor Mendoza, Juan José Arreola, Elena Garro, Leonora Carrington, y Joaquín Gutiérrez.

José Luis González Ibáñez, galardonado con la Medalla al Mérito en Artes dentro de la categoría Artes Escénicas en 2018, perteneció a la primera generación de la carrera de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Antes de comenzar su carrera como director de teatro, fue ayudante de Alan Lewis en 1954 y 1955 en las obras El gran dios Brown y Enterrar a los muertos.

En 1955 dirigió la obra Tartufo y durante los años 1956 y 1960 colaboró en Poesía en Voz alta de la Casa del Lago, proyecto en el que se presentaron obras que unían la palabra con música y danza. En 1965 fue distinguido como Mejor director del año por las asociaciones de críticos teatrales de México, quienes le otorgarían ese mismo reconocimiento en 1973 y 1989.

Algunas de sus obras más destacas son Las mariposas son libres, Asesinato en la catedral, La muerte se va a Granada, Las criadas, Don Quijote de la Mancha, La vida es un sueño, El vestidor, El burlador de Sevilla, La verdad sospechosa, así como El Divino narciso. Posteriormente, Ibáñez incursionó como director de cine con un guión escrito por Carlos Fuentes titulado Amor, amor, amor. Las dos Elenas, proyecto con el que participó en el Concurso de Cine Experimental de la Sección de técnicos y manuales del Sindicato de Cinematografía en el año 1965.

Esa experiencia, fue definida por el dramaturgo como un experimento novedoso y un gran riesgo profesional. No obstante, destacó, su lugar estaba en el teatro. Asimismo, desempeñó varios proyectos dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El director de Teatro UNAM, Juan Meliá, expresó en entrevista que José Luis Ibáñez fue un hombre que decidió entregarse y especializarse en esta disciplina, además de marcar una ruta muy clara desde dónde y cómo trabajar el teatro universitario.

“José Luis Ibáñez encontró en el teatro un mundo donde habitar y tuvo un profundo respeto por esta disciplina. Además, trabajó en una línea en donde pocos se convierten en especialista que es: el Siglo de oro, la cual también compartió como profesor”.

EL GRAN MAESTRO. “Perdimos a una persona que se dedicó en cuerpo y alma al teatro pero, sobre todo, perdimos a un gran maestro de generaciones", señaló en entrevista la coordinadora nacional de teatro, Marisa Giménez Cacho.

“No hay gente de teatro que no diga: él fue mi maestro, porque si uno tenía interés en esta disciplina, tenía que pasar por José Luis Ibáñez”, señaló la coordinadora, quien explicó que desde finales de los 70 y hasta la década de los 90, además de ser catedrático en la UNAM, el director daba clases en su casa lo sábados por la mañana.

Las lecciones iniciaban o terminaban con un fragmento de la novela El Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, pues era un hombre de teatro desde la literatura, expresó. “Fue un experto del Siglo de oro español y del Teatro Isabelino, dos épocas en las que el texto y el verso eran muy importantes”.

Marisa destaca que, como su maestro, la mayor enseñanza que le dejó fue: “El amor al oficio, al teatro, al lenguaje, a estar informado, al saber y a compartir en grupo”.

EL TEATRO ESTÁ DE LUTO. A través de redes sociales la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Lucina Jiménez, su alumno el historiador y director del Museo de Antropología e Historia, Antonio Saborit y diversas instituciones, extendieron su pésame y recordaron al director de teatro.

“Murió el maestro José Luis Ibáñez, pilar del teatro en México. Director de escena, traductor, decano del teatro universitario, maestro de muchas generaciones. Siempre generoso y amable. Nuestro más sentido pésame”, escribió Frausto.

Lucina Jiménez publicó: “José Luis Ibañez formó generaciones, compartiendo el universo del teatro clásico, sus metáforas y su dicción, haciendo a cada estudiante investigar desde su propia experiencia. Gran impulsor del respeto a la academia y a la ética actoral. Decano del Teatro Universitario. QEPD”.

Su alumno, Antonio Saborit, escribió: “El libro de Ron Rosenbaum, “The Shaleaspeare’s Wars, me llevó a la clase de José Luis Ibáñez (1933-2020), cuya muerte lamento. Más adelante lo escuché reflexionar sobre Sor Juana y John Milton. Siempre en la Facultad de Filosofía y Letras, hoy tristemente en paz, sola, lejos”.

Por su parte, la máxima casa de estudios, a través de distintas cuentas expresó sus condolencias. En Cultura UNAM, se publicó: “El teatro mexicano está de luto, se fue uno de sus pilares: José Ibáñez, director teatral, especialista en literatura del Siglo de Oro y formador de estudiantes de teatro”; mientras que La Cátedra Bergman escribió: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de José Luis Ibáñez. Participó en esta Cátedra, formó a miles de teatreros y revolucionó la manera de pensar el teatro en verso en este país. Fe amante de la palabra y un entrañable docente. Gracias por tanto”.