La Corte de Apelaciones de La Haya condenó ayer al serbobosnio Radovan Karadzic a cadena perpetua. El veredicto es inapelable, por lo que el autor intelectual de la matanza de varones musulmanes ocurrida en 1995 en Srebrenica, en el marco de la Guerra Civil Bosnia, pasará el resto de sus días entre rejas.

Karadzic, que en primera instancia fue condenado en 2016 a 40 años de cárcel por ordenar, entre otras cosas, el fusilamiento de 8 mil hombres, apeló la sentencia por considerarla demasiado elevada. Ayer, por tres votos a dos, los jueces de La Haya consideraron lo contrario, que le fue impuesta una pena demasiado pequeña para la gravedad de los delitos, y que, tras quedar probados sus crímenes de guerra y contra la humanidad, le corresponde cadena perpetua.

El juez presidente, Vagn Prüsse Joensen, dijo que la sentencia de primera instancia “reflejó de forma inadecuada la extraordinaria gravedad de la responsabilidad de Karadzic en la comisión de los crímenes”, como lo fue también el sitio de Sarajevo, en el que murieron unas 14 mil personas.

Penúltimo capítulo. La cadena perpetua emitida ayer contra el criminal de guerra Karadzic cierra uno de los últimos capítulos de la postguerra de Bosnia, a la espera de la sentencia en segunda instancia al exgeneral serbobosnio Ratko Mladic.

Por medio de su abogado, Karadzic pidió a sus seguidores que no reaccionen “con violencia” a su condena, que fue acogida con satisfacción por los familiares de sus víctimas.