Opinión

La ciudad del futuro

La ciudad del futuro

La ciudad del futuro

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El desarrollo urbano de la Ciudad de México, en los últimos años, ha ponderado la ganancia económica, violentado las normas y desestimado los riesgos de crecer en forma desordenada.

Esta inercia de hacer ciudad para ganar dinero fácil y rápido nos devolvió una megalópolis caótica, inhumana, desigual, desequilibrada, insegura, contradictoria e injusta.

El pasado 19-S de 2017, igual que hace 34 años, la naturaleza nos recordó que somos frágiles y profundamente vulnerables ante sus embates. Esas debilidades, en una zona sísmica como en la que vivimos, se agigantan si se violan las normas de construcción y no se detiene el caos del crecimiento urbano.

Hoy, más de dos años después de la tragedia, seguimos pagando las consecuencias de no construir con apego a la ley y respeto a la vida. Ese modelo de desarrollo urbano basado en la corrupción y la ganancia inmediata sobre cualquier cosa, es insostenible y, de no frenarse, llevará a nuestra ciudad al colapso.

Para regresarle la viabilidad a nuestra capital, la doctora Claudia Sheinbaum propuso, a fines de agosto pasado, transitar hacia un nuevo orden urbano bajo dos premisas fundamentales: planeación y sustentabilidad. Los retos del nuevo modelo siguen siendo redensificar y generar desarrollo económico, imparable en una megalópolis, pero con base en reglas claras e inviolables.

Por ejemplo, incluir en el desarrollo a los sectores más vulnerables y privilegiar el bienestar de las mayorías. La Jefa de Gobierno propuso 11 corredores que ya cuentan con la infraestructura pública —drenaje, agua, alumbrado y vialidades, etc.— tienen el uso de suelo y no han sido sobresaturados.

Éstos son: Centro Histórico, Tacuba-San Cosme, Chapultepec, Reforma Norte, Eje Central Sur y Norte, Pino Suarez-Tlalpan, Tacubaya, Vallejo, ­Atlampa, Atlampa-Tacuba y Zona Rosa. De ellos, Tacuba-San Cosme, Tacubaya y Atlampa-Tacuba están asentados en la Alcaldía Miguel Hidalgo (AMH), territorio donde, en congruencia con la visión de la Dra. Sheinbaum, instrumentamos tres acciones para combatir la ilegalidad inmobiliaria.

Abrimos el Portal Checaobras, una plataforma digital que permite al ciudadano consultar, en tiempo real, el estatus de cualquier obra que se edifique en la AMH: grado de avance, características y documentación que respalda su autorización. También publicamos el primer bando para obligar al constructor a emitir el aviso de publicitación vecinal y dar a conocer, en el punto a edificar, las características y alcances de la obra a los vecinos. A la par, desplegamos la Gendarmería de Uso del Suelo, un cuerpo de reacción inmediata que verifica in situ todas las demandas y quejas ciudadanas.

El crecimiento económico de la ciudad es imparable, pero ahora debemos anteponer la equidad y el bienestar general. Colocar al ciudadano por encima de cualquier interés. En el fondo, la única opción de sobrevivencia de la megalópolis es la planeación y la sustentabilidad, sin asumirlas está cancelado su futuro.

Con el proyecto Sheinbaum, la ciudad recobra la oportunidad de evitar el suicidio y retomar el rumbo hacia un orden urbano más amigable con el medio ambiente y responsable con el ser humano.

*Alcalde de Miguel Hidalgo