Opinión

La conectividad digital en la nueva normalidad

La conectividad digital en la nueva normalidad

La conectividad digital en la nueva normalidad

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Arturo Serrano, Javier Mendieta, Jorge Preciado, Álvaro Armenta, CICESE*

El rumbo, velocidad y magnitud de la digitalización está demandando la transformación y replanteamiento de las actividades individuales, comunitarias y colectivas. Lo digital se ha insertado no solamente en el modus-operandi de la sociedad, sino en el funcionamiento mismo de la civilización, impactando prácticamente a todos los quehaceres humanos, tanto manuales como cognitivos.

Ante este escenario, los países emergentes como México —en los avances tecnológicos clave respecto al procesamiento, transporte, almacenamiento y distribución de información—, han tenido un papel marginal y en general han permanecido como usuarios, consumidores y seguidores; no como productores y generadores de tecnología.

Esta condición ha impactado significativamente nuestros indicadores de innovación y productividad en las últimas décadas y ha constituido un reto significativo a vencer para la ingeniería mexicana. Con los avances exponenciales en Inteligencia Artificial, Ciencia de Datos, Automatización, Robótica, Internet de las Cosas y ramas afines, la brecha de innovación se ha incrementado sustancialmente creando una situación que requiere atención urgente y concertada de gobierno, empresas y academia que impulse a México como un jugador relevante en la economía global.

El aprovechamiento integral de las tecnologías emergentes de conectividad (sistema nervioso de la economía) plantea retos que no sólo son de carácter tecnológico; incorpora otras disciplinas administrativas, jurídicas y políticas, para la administración espectral y sus aspectos regulatorios asociados, así como para la apropiación tecnológica y para las políticas y estrategias de despliegue de infraestructura de conectividad y aplicaciones para todos los mexicanos. Lo anterior demanda nuevos enfoques en los roles de todos los actores clave del ecosistema de telecomunicaciones del país.

El acelerado cambio tecnológico ofrece oportunidades que impactan en la calidad de vida de la población y su bienestar social. Sin embargo, surge una creciente brecha de innovación que demanda atención inmediata y urgente alrededor de las tecnologías clave de la Cuarta Revolución Industrial (4RI), que constituye un parteaguas en el desarrollo de la civilización humana, y a la que todos los países se integran con diferentes estrategias, para mantener su productividad y competitividad en este nuevo escenario.

La actual emergencia sanitaria mundial está poniendo a prueba la infraestructura de telecomunicaciones de los países. Las insistentes recomendaciones de distanciamiento social, para mitigar la propagación del virus, obliga a una parte importante de la fuerza laboral a realizar sus actividades de manera remota. Ante esa situación, se presenta un incremento considerable en el uso de aplicaciones de Telesalud, Teleeducación y Teletrabajo.

Hoy, Internet se ha instituido como un recurso de información, comunicación e interacción muy importante, indispensable y determinante en los aspectos de atención a la salud y medidas sanitarias de prevención. La pandemia actual no se puede considerar un hecho aislado. Es probable que a futuro vuelvan a presentarse emergencias sanitarias como la actual, o desastres o emergencias ambientales, en cuya cobertura y acceso universal a internet sea crítica, para otorgar a todos los ciudadanos herramientas que les permitan desarrollar sus actividades laborales, económicas, profesionales, así como fiscales, familiares y acceder a información crucial relativa a salud, seguridad, educación, entretenimiento, entre otras. Esta condición de inclusión digital contribuye a generar oportunidades y a disminuir la desigualdad social.

El acelerado cambio tecnológico requiere esfuerzos considerables para reducir las crecientes brechas de innovación y habilidades en las tecnologías digitales, sin dejar de mencionar los aspectos de privacidad de las personas, así como la sustentabilidad en toda actividad tecnológica. En vista de la transversalidad de las tecnologías de la información y comunicación en todos los sectores de la vida profesional, laboral, escolar, social, etc., el desarrollo de habilidades en este campo es un elemento crucial para la incorporación de nuestra sociedad a estas tecnologías, especialmente para los jóvenes y su futuro profesional, laboral y social, así como para poblaciones vulnerables.

En el despliegue nacional de las tecnologías digitales emergentes de conectividad, es fundamental fortalecer los aspectos normativos y regulatorios aplicables, no sólo los relativos a la tecnología, sino también los involucrados en la protección de datos personales y privacidad de la información. Resulta clave desarrollar un marco de acción para que a corto plazo se desarrollen normas nacionales en el uso de sistemas y aplicaciones digitales relacionadas con la salud.

La reactivación económica nacional plantea importantes retos en todos los campos, y a la vez provee oportunidades históricas de incorporar nuevas tecnologías de información y comunicaciones en nuestros procesos productivos, aumentando la productividad y competitividad, tanto en las grandes empresas como en las PYMES.

Las tecnologías emergentes de conectividad tienen profunda repercusión en todos los aspectos de la civilización moderna, su desarrollo requiere un enfoque interdisciplinario: en diversos centros de investigación Conacyt, como el CICESE, se desarrollan actividades al respecto, no solamente desde la perspectiva de la tecnología y las ciencias de frontera, sino también incorporando los aspectos socio-humanísticos, ya que las políticas públicas en infraestructura, cobertura y acceso deben siempre mantener el equilibrio entre el impulso a las industrias de alta tecnología y el desarrollo social de las comunidades remotas, así como el desarrollo sustentable.

*Los doctores Arturo Serrano Santoyo,
 Francisco Javier Mendieta Jiménez, Álvaro Armenta Ramade y el M. en C. Jorge Enrique Preciado Velasco trabajan en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE).

Contacto: serrano@cicese.mx