
“En todos los países hay poca valoración por las raíces culturales, las culturas, especialmente la de México, es una medicina estupenda que nos puede curar”, dijo el músico, compositor y escritor estadunidense Philip Glass, durante la presentación de su libro Palabras sin música.
En el evento, Philip Glass habló acerca de los procesos que sigue para componer, así como de su relación con otras culturas, mismas que conoció luego de viajar por todos los continentes:
“Ahora, lo que me parece muy importante es el redescubrimiento de la cultura profunda de los pueblos indígenas, no nada más en México, en África, Asia, Tíbet, Sudamérica. Me interesa una historia tan rica como la de ustedes, en México me involucré mucho con la historia y la etnia cultural, me interesa lo que sucede en mi país y en tantos otros países, pero es el momento en el que no tengo que decirle a nadie que hay desorden en el mundo, pues se trata de ver a nuestras culturas”.
En Palabras sin música, libro editado por Malpaso, Philip Glass presenta sus memorias en tres apartados, desde Baltimore, en donde nació, hasta “El East Village de Nueva York”, pasando por sus viajes a Oriente y sus clases con la emblemática Nadia Boulanger.
“En esos viajes encontré músicos, maestros, con quienes pasaba tiempo. Lo que quería hacer era tomar el ethos, el corazón de la cultura y absorber todo lo que pudiera para hacerlo propio. A veces lo logré, pero sólo tengo una vida para hacer las cosas e iba a hacer todo lo posible”.
Con el paso del tiempo y las experiencias adquiridas, el compositor estadounidense aseguró que el “mundo parece que está más separado que unido, el mundo ha empeorado”, por lo que debe de haber una sanación, proceso que urge emprenderse.
Durante la presentación, el músico estuvo acompañado de Antonio Saborit, el escritor Víctor Sánchez, el catedrático Jesús Silva-Herzog Márquez y el periodista Pablo Espinoza y, además de un público que lo cuestionó sobre su quehacer artístico, a lo que respondió:
“Cuando no escribo ni toco música, es un día vacío, esto no pasa tan frecuentemente, los mejores días son cuando escribo música nueva, nací con eso. Este año he escrito seis piezas nuevas”.
Glass anunció que ofrecerá tres recitales en mayo de 2018 en el Palacio de Bellas Artes y aunque el programa aún no está definido, adelantó que habrá algo de lo que ha trabajo junto con compositores actuales, pero ¿se imaginaba la magnitud de su trayectoria?
“Nunca me pregunté de manera seria lo que iba a hacer con mi vida, es algo que ya estaba en mi sangre, era problemático para mis padres y es algo que podrán constatar en el libro. Me preparé como te preparas para cualquier oficio, hay algunas cosas simples, cuido mi salud, diario hago ejercicio, tengo una dieta estricta, porque busco un entrenamiento parecido al de un jugador de soccer, se necesita la estamina de un atleta para poder ser artista”, finalizó Philip Glass, para luego firmar algunos de los ejemplares del público que se dio cita en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.
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