Cultura

“La historia es un tipo de poesía que se reescribe todo el tiempo”

El pasado tampoco está fijo, se está reinterpretando constantemente, lo que también es un tipo de acto creativo, añade Salman Rushdie durante su conversatorio con Javier Cercas

“La historia es un tipo de poesía que se reescribe todo el tiempo”

“La historia es un tipo de poesía que se reescribe todo el tiempo”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

“La historia se convierte en un tipo de poesía porque se reescribe todo el tiempo. Cada era reescribe el pasado de acuerdo con sus propias obsesiones. Por ejemplo, si tomas el siglo XVI de Europa y ves cómo escribieron sobre él sus contemporáneos y cómo se escribió en los siglos hasta el nuestro, podría ser un tiempo diferente. El pasado tampoco está fijo, se está reinterpretando constantemente, lo que también es un tipo de acto creativo”, expresó ayer el escritor indio-británico Salman Rushdie (Bombay, 1947)

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el autor de Hijos de la medianoche sostuvo un conversatorio con el escritor Javier Cercas (España, 1962).

Para Salman Rushdie, la belleza de la literatura está en que llega a la verdad por puertas distintas. “La literatura tiene muchas puertas por las cuales pasar para tratar de alcanzar la verdad y eso la hace, en primer lugar, interesante para el escritor y, después, para el lector porque no está escuchando repeticiones”.

En opinión del autor de Los versos satánicos y Quijote el punto más importante de su escritura es el arranque porque es como si tomara una esfera y tuviera que decir dónde partirla. “La literatura es ese cuchillo por dónde corto la realidad del mundo”.

“Antes de ser novelista, fui historiador y fue muy importante en cómo entender al mundo y cómo abordarlo. Las grandes preguntas que la historia formula, a aquellos que la estudian, en muchas maneras son también las grandes interrogantes de la literatura: ¿cuál es la relación entre el individuo y la sociedad?, ¿cuál es la relación entre un gran macrocosmos, las grandes narrativas y los individuos?, ¿hacemos la historia o la historia nos hace a nosotros?, ¿somos los maestros de nuestro tiempo o somos las víctimas? Mis personajes interactúan con esas preguntas”, dijo.

En la charla, Rushdie y Cercas coincidieron en el motivo que los hizo escritores: el desarraigo.

“Me recuerdo creciendo en Bombay, tuve una infancia feliz y amé la ciudad que fue mi hogar. Sin embargo, cuando mi padre me preguntó si quería ir a la escuela a Inglaterra –ellos no me presionaron para hacerlo, fue mi elección–, algo me dijo sí que quería ir. Después mis padres vendieron la casa sin consultarme porque tenía 14 años, pero nunca los perdoné y estoy aquí con 73 años contando la historia”, narró.

Rushdie de pronto vio cómo el lugar donde creció ya no estaba ahí. “Mi vida se convirtió en más de un lugar a la vez y siento que una de las cosas que me hizo ser escritor fue la necesidad de recuperar lo que había perdido”.

Javier Cercas platicó que, también a sus 14 años, vivió un desarraigo físico y otro espiritual.

“El físico tiene que ver que nací en un pequeño pueblo de España y mi familia se trasladó al norte. Me convertí en escritor para defenderme de ese desarraigo. Y del espiritual, vengo de una familia muy católica y siempre fui un lector de libros de aventuras, pero a los 14 años me enamoré y leí un libro de Miguel de Unamuno, San Manuel Bueno, mártir, de un sacerdote que pierde la fe, ahí decidí ser escritor. La literatura fue un sustituto de la religión, de las seguridades y del confort que te ofrecía la religión”, dijo.

IRONÍA. Javier Cercas le preguntó a Salman Rushdie sobre la utilidad de la literatura ya que ambos, en sus inicios de escritura, pensaban que ésta no tenía el objetivo de cambiar al mundo.

“Entender la realidad es útil, el placer en sí mismo es útil. Leyendo las novelas de Salman Rushdie entendemos cosas. La literatura es un placer y, al mismo tiempo, una forma de conocimiento. ¿Cómo no va a ser útil El Quijote? Es un libro que ha cambiado al mundo. Lo cambia porque crea un género en el centro del cual está la ironía. Puede haber alguna novela sin humor, tal vez, pero no sin ironía”, expresó.

El Premio Planeta 2019 afirmó que entender la realidad a través de libros irónicos es una forma de conocimiento insustituible.

“Eso es lo que más odian los fanáticos, más que nadie lo sabe Salman, odian la alegría, el humor, pero lo que más odian es la ironía y por eso odian las novelas, porque muestran que la realidad es poliédrica, que las verdades pueden ser verdades contradictorias. Esa es una forma de conocimiento con la que Cervantes revolucionó nuestra visión del mundo”, destacó.

Rushdie, como respuesta, dijo que el humor es radical. “En el humor hay algo que no acepta al mundo como es, que no respeta a las personas que exigen respeto y puede jugar con el mundo. Como ha dicho Javier, las personas autoritarias siempre lo detestan, el humor es algo que la autoridad no puede soportar”.