La declaratoria de pandemia del coronavirus por parte de la Organización Mundial de la Salud, ha obligado a la Iglesia a tomar medidas extraordinarias en coordinación con las autoridades sanitarias de varios países, a favor de la salud pública y mundial, y ha sido el propio papa Francisco quien ha encabezado esta drástica política a la par de distintas conferencias episcopales que se han pronunciado de manera independiente.

El propio séptimo aniversario de la elección e inicio de pontificado del papa Francisco se vio opacado, con una Plaza de San Pedro prácticamente vacía, y el Pontífice encerrado en su biblioteca y celebrando las misas en la capilla de Santa Marta, en el Vaticano, sin fieles que lo acompañen.

Muchas iglesias en el mundo han cerrado sus puertas de manera temporal; otras más permanecen abiertas para que la gente pueda rezar, sin embargo, se han extremado todas las precauciones en torno a la impartición de dos sacramentos: la comunión y la penitencia. Francisco ha pedido al clero que no abandone a sus fieles, no obstante, prevalecen las medidas precautorias. En sí, la Iglesia tiene en el mundo más de 115 352 centros de ayudas para los pobres, incluyendo en algunos casos, la atención médica.

En Polonia, por ejemplo, los obispos dispusieron que se celebraran más misas dominicales en todos los templos a fin de que en cada una haya una menor concentración de fieles.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump decretó una jornada internacional de oración para este domingo 15 de marzo; a fin de que se pida a Dios para que cese esta epidemia mundial.

Los rituales de la Semana Santa se ven amenazados y en España, por ejemplo, ya se han suspendido las procesiones religiosas organizadas desde hace siglos por incontables cofradías, como es el caso de la Virgen de la Macarena, en Sevilla, el viernes de Dolores.

En México, la Conferencia del Episcopado Mexicano también se ha sumado a recomendaciones como el hacer más breves las misas, no dar la comunión en la boca sino en la mano, a menos que los fieles pidan lo contrario; evitar el contacto físico en el Saludo de paz, y hacer la colecta después de la comunión.

La Arquidiócesis de Monterrey, por medio de una circular firmada por Mons. Rogelio Cabrera López, señaló: “he decidido dispensar de la obligación de participar de la misa los domingos y fiestas de precepto a todos los fieles de nuestra arquidiócesis que, en conciencia, no consideren oportuno asistir a la iglesia estos días.” Al mismo tiempo, hace ver la importancia que tienen las transmisiones de este evento religioso a través de los medios de comunicación, y recomienda leer el santo evangelio y rezar.

A través de un comunicado, la Secretaria de Educación Pública en coordinación con la Secretaría de Salud Pública decidieron adelantar las vacaciones de Semana Santa, desde el 20 de marzo al 20 de abril recomendando el aislamiento y ofreciendo que se repondrán los días perdidos del ciclo escolar.

Carlos Villa Roiz