Escenario

La Maldita Vocación, de Oceransky y Ojeda, busca el sentido más poético de la música

Los cantautores se unen nuevamente para realizar un CD-DVD que presentarán hoy en el Lunario del Auditorio Nacional

Dos hombres idénticos con barba se sientan uno frente al otro en sillas separadas por una pared roja.
Dos hombres idénticos con barba se sientan uno frente al otro en sillas separadas por una pared roja. Dos hombres idénticos con barba se sientan uno frente al otro en sillas separadas por una pared roja. (La Crónica de Hoy)

El compositor  mexicano Edgar Oceransky y el cantautor español Diego Ojeda no escatiman en colaborar juntos  y se unen nuevamente para el lanzamiento de “Guapa”, el sencillo que fungió como punta de lanza para un concierto exclusivo grabado el pasado septiembre en Garambullo Records (Querétaro), que se convirtió en el CD-DVD Maldita Vocación —publicado el pasado 28 de noviembre—, y más tarde, en una gira conjunta por México, España y otras ciudades de América Latina.

“Fue la primera canción que escribimos juntos, surgida a mediados de este año, cuando estábamos planeando algunos conciertos, fue algo muy natural, después de estar juntos en el estudio y ponernos al día, empezar a grabar y escribir. Eso le empezó a dar forma a un proyecto completo, y eso es ‘Guapa’, el inicio de lo que vino después”, dijo Oceransky a Crónica.

La relación entre ambos cantautores data de más de 10 años, no sólo como músicos, sino un par de amigos que aprovechan para reflexionar sobre diversos temas y retroalimentar sus proyectos.

“Cada artista tiene su propio ADN, aunque nos unamos surge algo completamente distinto, incluso pese a que se traten de las mismas canciones, la sonoridad cambia y por ello se enriquece mucho cada proyecto. Mi trabajo se ve favorecido por el de Edgar y espero sea viceversa. Al final los diálogos con los públicos son otros, la energía que le ponemos a las canciones es diferente, y tenemos la oportunidad de sumar nuestros públicos”, comentó Ojeda.

En el videoclip de “Guapa” se aprecia a Ojeda leer un fragmento de su libro Manhattan publicado en mayo del 2018, el cual, en palabras del propio autor “es un texto de amor, escrito a una persona que no existe. Fue una locura que me vino a la cabeza un domingo por la noche, sobre escribir la canción y hacer el poema a la par, dedicándoselo a esa mujer que aún no ha llegado a mi vida, pero que estoy esperando”, mencionó.

De modo que la relación entre ambos artistas sobrepasa la creatividad musical  convencional y enriquece sus líricas con esencia literaria: “Es una combinación que cada vez te lleva más al interior. Y es que si tan sólo la música de autor te lleva a cierto nivel de reflexión, pero la poesía llega a un punto de introspección más profunda, es por ello que los conciertos de música y poesía se vuelven tan especiales”, explicó el mexicano, a propósito de colaboraciones que lo han inspirado, como las de Facundo Cabral y Alberto Cortez, o Rodrigo Solís y Fernando Delgadillo, que unen  poesía y música. Al punto que planea publicar su primer libro en la editorial de Diego Ojeda, para mayo próximo.

Por su parte, Ojeda se tomó su tiempo para reflexionar sobre la relación de ambos países y lo que representa la industria mexicana para artistas extranjeros como él: “Lo mío con México fue amor a primera vista. Llegué a México por primera vez en agosto de 2011 y desde entonces no he dejado de venir todos los años”.

“Una de los aspectos más importantes que tiene México es el gran circuito de música independiente que existe, obviamente hay una masa grande de música comercial, pero en el caso de la independiente hay muchos promotores, agentes, radio y prensa que hacen eco, no es tan necesario, como en España, tener el apoyo de una discográfica”, aseguró.

“Haciendo un buen trabajo y generando música para tu gremio, hay un circuito enorme. Realmente siento que aquí la gente disfruta del arte de otra manera y eso es maravilloso porque a los artistas independientes nos brinda muchas posibilidades”, añadió.

Además de eso, el espectáculo en vivo no sólo representa la mayor oportunidad de ingreso para cualquier artista, sino que en el caso de cantautores como ellos, se convierte en su arma más efectiva para captar públicos.

“Algo que me parece ­superimportante es ver a un artista en directo, que te guste y emocione más que poniendo el disco en casa o escuchando una lista de reproducción en Spotify. Creo que eso lo tenemos muy presente, porque nuestro fuerte como cantautores es la cercanía con el público, sentir la emoción, conectar en ese momento con el otro”, señaló el músico español.

Sin embargo, Edgar Oceransky reconoce el aporte que ha hecho la era digital a la industria musical: “Considero que las nuevas plataformas musicales de streaming han reactivado la industria discográfica porque hasta hace poco, muchos la dábamos por enterrada luego de que la piratería hiciera una mella importante en el mercado, tal vez no dentro de los conciertos pero sí en torno a los discos. Así que creo que las plataformas permitieron que la música se legalizara nuevamente y se universalizara”, destacó.

“Creo mucho en la democratización del arte, y en ese sentido nos han ayudado mucho los nuevos canales de difusión que tenemos”, agregó Ojeda.

Es así como Maldita Vocación, reúne la experiencia de ambos compositores en 24 temas realizados por El Faro Producciones, la discográfica responsable de discos como Una Mirada (2015) y Escarlata (2018) de Edgar Oceransky.

Respecto a la “maldita vocación” que ambos realizan, Diego Ojeda concluyó: “Es una forma de vida, es mi manera de entenderme con el mundo, con las personas y conmigo mismo, es una profesión dura pero al final es el camino que he elegido y es lo que más feliz me hace en la vida: escribir canciones, subirme a un escenario, compartir con mi público es maravilloso a pesar de los sacrificios”.

Por ello, tras presentarse el 28 de noviembre en Musicantro (Monterrey), ambos despedirán el año con un concierto el 21 en diciembre en el Lunario del Auditiorio Nacional.

Copyright © 2019 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México