El reciente pronóstico que dan a conocer desde el Senado de la República, donde aseguran que la cifra de trabajadores despedidos de Petróleos Mexicanos (Pemex) podría llegar a 70 mil para el 2018, no es otra cosa más que los efectos negativos de la reforma energética.

El 11 de diciembre del 2013, justo cuando se discutía dicha reforma, advertí desde la tribuna de la Cámara de Diputados que esta iniciativa no era otra cosa más que la entrega de nuestros recursos a manos extranjeras, incluso en mi discurso como presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados denuncié las mentiras que se venían diciendo mediante repetidos spots de radio y televisión sobre la baja de los precios del gas, las gasolinas y la electricidad. El tiempo me ha dado la razón, ya que los costos de los hidrocarburos han ido en aumento constantemente.

Por lo anterior, es evidente que la paraestatal no ha visto los beneficios de la llamada reforma energética, sino todo lo contrario, hay despidos masivos y los energéticos son cada vez más caros, y lo peor es que la que fue la empresa más importante de todos los mexicanos enfrenta hoy en día uno de los males más cancerígenos para este país, como lo es la corrupción.

Para poner un ejemplo, no hace mucho Pemex hizo una inversión de más de 28 mil millones de pesos en un sistema de monitoreo de ductos que, entre otras cosas, mediría la presión a lo largo de cada uno de ellos para detectar alguna fuga o bien una toma clandestina. Dicho sistema tendría la capacidad de cerrar las válvulas en caso de un derrame o de una ordeña, lo que evitaría pérdidas para Pemex, pero aún con todo y esa multimillonaria inversión las tomas clandestinas han crecido, pues de acuerdo con estudios, el crimen organizado ha colocado una toma clandestina cada 2.4 kilómetros de la red de tuberías que se estima que mide 17 mil kilómetros por donde se transportan hidrocarburos.

No obstante, los famosos monitores no han operado, o no han querido operar a la perfección, pues resulta humillante que mejor medios internacionales hayan sacado a la luz la corrupción que ha dejado esta reforma.

Incluso, de acuerdo con publicaciones, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) “detectó irregularidades en más de 100 contratos de Pemex firmados entre 2003 y 2012 por unos 11 mil 700 millones de dólares”, por las fechas en las que ya anunciaban la reforma energética.

Y de Pilón:

La situación que vive en estos momentos la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) por el caso Tláhuac ha dejado al descubierto el doble discurso de Morena, pues como dato anecdótico en su momento, sin titubeos el PRD votó a favor del desafuero de uno de sus dirigentes en ese tiempo, el diputado René Bejarano, quien posteriormente resultó absuelto en tribunales y ahora no se entiende por qué en Morena quienes dicen ser paladines de la honestidad y de la democracia, sus diputados se están oponiendo a la destitución del delegado de dicha demarcación, gobernada por un apóstol del Peje de nombre Rigoberto Salgado, quien la tiene inmersa en un completo desorden por la impunidad que encontró ahí el crimen organizado para operar.

Twitter: @julioc_moreno