
Las células “viajeras” y el entendimiento del desarrollo embrionario contribuyen a desvelar uno más de los oscuros secretos del cáncer. Este hallazgo corresponde a las investigaciones que ha llevado a cabo la española María Ángela Nieto Toledano a lo largo de más de dos décadas, uno de los motivos por los cuales fue acreedora del Premio México de Ciencia y Tecnología 2017, que el gobierno federal otorga a científicos de Iberoamérica, excepto de nuestro país, desde 1990 a través del Consejo Consultivo de Ciencias.
La científica recibió el galardón en enero pasado de manos del presidente Enrique Peña Nieto y ahora está en México para iniciar una gira académica por varias instituciones, que inició ayer en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y continúa hoy en El Colegio Nacional.
En conferencia en Conacyt, la científica del Instituto de Neurociencias de Alicante, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, explicó algunos detalles de su trabajo y cómo moldearía la generación de una terapia más en contra de la enfermedad de enfermedades, llamada cáncer.
CÉLULAS VIAJERAS. A partir de la fascinación de cómo una sola célula se desarrolla hasta ser un individuo completo, desde hace cerca de 25 años, la especialista estudió cuál es el comportamiento de las células primigenias que forman un embrión. En este proceso, Nieto investigó en modelos animales las propiedades de células que les permiten adquirir capacidades de movimiento, ella les llama “células viajeras”.
En el desarrollo embrionario hay muchas células que están muy lejos de su destino final, y para llegar a formar los distintos órganos y diferenciarse tienen que viajar y emplear un programa genético llamado transición epitelio-mesénquima (EMT), lo cual significa que una célula inmóvil se convierte en una con capacidad de movimiento para llegar a su destino.
Una vez que los programas genéticos del embrión han finalizado y las células han llegado a su destino, éstos se apagan y así se mantienen en un adulto sano. “Pero lo que también ocurre, y que hemos visto como resultado de la investigación que hemos desarrollado, es una reactivación aberrante debido a una situación patológica”.
En su versión más perjudicial, el movimiento de estas células se activa cuando se gesta el cáncer dentro de los tumores primarios. Más del 90 por ciento de las muertes por esta enfermedad se debe a la formación de tumores secundarios en otros órganos, acota.
El primer paso para la producción de metástasis es el desprendimiento de células de ese tumor primario, refiere la investigadora. Entonces, la reactivación de este programa de movimientos celulares en los tumores en adultos, desplaza a esas células contaminadas hasta llegar a otros órganos distantes.
Para que se reactiven estos programas genéticos tienen que pasar una serie de barreras, agrega. El organismo y los órganos internos tienen mecanismos de defensa para funcionar adecuadamente, ese equilibrio en un adulto sano es llamado homeostasis; no obstante, cuando se provoca una serie de eventos de daño al tejido, que incluso puede ser la activación de genes oncogénicos en la formación de tumores, o cuando una célula normal se convierte en una tumoral, se pierden esos mecanismos de regulación.
ANIDACIÓN DEL TUMOR. En su laboratorio, como en otros centros de investigación, los científicos han estudiado ese desprendimiento de las células del tumor primario con el objetivo de buscar prevenir el proceso. Se han encontrado inhibidores de éste, pero descubrieron algo adicional.
“Haciendo de nuevo un paralelismo con el desarrollo embrionario, vimos que para formar metástasis o tumores secundarios, estas células con capacidad de movimiento deben detenerse de nuevo y diferenciarse para anidar y generar el tumor en órganos distantes. Lo que hemos aprendido es que este proceso de desprendimiento de células del tumor primario ocurre muy pronto en el proceso tumoral, de tal forma que en el momento de diagnosticar a los pacientes normalmente ya hay células diseminadas”.
Esto los ha llevado a pensar que, probablemente, no sería tan conveniente reducir estas propiedades de movilidad de las células porque entonces detendrían las que se desprenden del tumor, diseminando y quizás aumentando la probabilidad de que aparezcan nuevos tumores. Las investigaciones en esta área se centraban en el análisis de la diseminación de células para formar metástasis, sin embargo, la científica enfatiza que ahora se debe poner más énfasis en el nicho metastásico.
“El cáncer es muchas enfermedades, es muy compleja y debemos de acercarnos a su tratamiento desde distintos puntos de vista”, refiere María Ángela Nieto. “Existen terapias de muchos tipos, pero las células cancerosas son muy resistentes, por lo que debemos entender mejor cuáles son sus mecanismos íntimos y aplicar tratamientos con la mayor sencillez posible”.
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