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Las cifras oficiales rasuran 118 mil muertes por COVID

Uno de cada tres decesos es ignorado en los datos oficiales de la pandemia. Es algo que se hizo costumbre y si bien las autoridades reconocen el dato verdadero, utilizan una cifra muy subestimada para evaluar la respuesta de México ante la pandemia

Las cifras oficiales rasuran 118 mil muertes por COVID

Las cifras oficiales rasuran 118 mil muertes por COVID

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Son 353 mil 858 muertes por COVID en México, plenamente identificadas por el INEGI y la Secretaría de Salud, sustentadas en lo reportado por médicos y asentados en actas de defunción, ¿entonces, por qué se difunde una cifra oficial menor? Por un tecnicismo con el que Hugo López Gatell, el responsable de enfrentar la pandemia, utilizó desde un principio y que subestima el impacto mortal del coronavirus en 120 mil decesos.

En efecto, una de cada tres muertes por COVID en el país no llegan a los reportes oficiales públicos, se quedan en un limbo estadístico, aunque es un hecho que ninguna instancia oficial las considera normales, son claramente parte de la pandemia.

Y también, entre los especialistas del sector salud, todo mundo sabe que hay al menos 353 mil 858 defunciones atribuidas al COVID y no las 235 mil 277 del reporte gateleano.

El INEGI rastrea las muertes en el país a partir de las actas de defunción. Este es el origen de las cifras que verdaderamente reflejan el impacto mortal del coronavirus en México. No es factible suponer que exista una explicación alterna debido a que este trabajo estadístico, desarrollado a lo largo de muchos años, mostró, hasta antes de la pandemia, un ritmo de muertes constante, que repentinamente se disparó con la llegada del SARS-Cov-2 a México. Es decir, no se trata de un caudal de muertes que ya estuviesen ocurriendo año con año y que ahora fueron etiquetadas como debidas al COVID, sino por un conjunto de muertes adicional, que no eran previsibles bajo condiciones normales.

El seguimiento con subestimación de López Gatell a las cifras del COVID terminaron por sepultar esta realidad.

Como se recordará, durante el año pasado, las estadísticas de la Secretaría de Salud adicionaron “casos sospechosos” a su seguimiento, que incluye justamente casos de muertos cuyo diagnóstico médico no pudo ser corroborado por un análisis de laboratorio.

En general, estos casos son incorporados a las estadísticas oficiales después de un tiempo, pero allí se alojan solo 12 mil casos, una cifra mínima respecto a las muertes extras (o exceso de mortalidad, según el término técnico) que se detecta en las actas de defunción.

Es importante mencionar que en el último corte, el del 5 de julio pasado, hay 118 mil 581 muertes relacionadas directamente la COVID-19 y que han sido enviadas al limbo estadístico por la Secretaría de Salud.

No es todo el exceso de muertes en el país, sólo las que fueron certificadas como COVID por un médico en el acta de defunción. Además, hay otras 144 mil 306 muertes de más en relación con los años previos a la pandemia. Allí se alojan casos de otras enfermedades, Incluyendo la de casos de pacientes que se quedaron sin atención por la reconversión hospitalaria, así como el repunte de muertes violentas asociadas al crimen organizado.