10 de enero: Maduro contra el mundo

El presidente de Venezuela tomará juramento este jueves 10 de enero para un segundo mandato de seis años. Sin embargo, su gobierno no será reconocido ni por Estados Unidos, ni por la Unión Europea, ni por el Grupo de Lima, integrado por Canadá y la mayoría de los países latinoamericanos, excepto los del bloque bolivariano, reducido a Bolivia y los regímenes dictatoriales en los que cayeron los herederos de las revoluciones sandinista y castrista: Nicaragua y Cuba.

El único país del Grupo de Lima que se desmarcó del boicot al heredero de Hugo Chávez —por reprimir a la oposición y provocar una crisis humanitaria con su desastrosa gestión económica y saqueo de la riqueza petrolera— fue México.

El vuelco diplomático asestado por el nuevo mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha sido el mejor regalo de Reyes Magos que ha recibido Maduro este 2019 y la peor noticia para millones de venezolanos, que suplican la ayuda internacional para rescatarlos de la gravísima crisis. Cuando AMLO trató esta semana de lavarse las manos ante una enojada venezolana, alegando el líder de Morena el principio de no intervención de México en asuntos de otros países, ésta le respondió con una frase demoledora sobre el sufrimiento de sus compatriotas: “La indiferencia también mata”.

29 de marzo:¿brexit suave o divorcio traumático?

Si no ocurre un acontecimiento dramático, el 29 de marzo Gran Bretaña debe abandonar la Unión Europea, porque así lo decidieron en referéndum los británicos hace tres años, tras ser convencidos por los populistas ultranacionalistas de que estando fuera de la UE volverían a recuperar la gloria del imperio perdido. Nada más lejos de la realidad: el brexit se ha convertido en una pesadilla de la que nadie sabe cómo despertar, empezando por la primera ministra, Theresa May, cuyo plan de divorcio suave ha puesto en pie de guerra al sector ultra del Partido Conservador y a sus aliados unionistas de Irlanda del Norte.

A estas alturas, la Premier ni siquiera es capaz de poner fecha a la decisiva votación en el Parlamento de Londres, que debe ratificar o no su acuerdo de divorcio suave con la UE. Las cuentas no le salen y todo apunta a que fracasará y provocará no sólo su renuncia al poder, sino una situación caótica que amenaza con paralizar la actividad económica en la isla. Peor aún, el gobierno escocés amenaza con un nuevo referéndum de independencia que podría destruir definitivamente al Reino Unido.

 Finales de enero, o febrero: juicio al proceso independentista catalán

Doce políticos catalanes esperan, unos en la cárcel y otros huidos de España —entre ellos el expresidente catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica— el juicio por haber orquestado un proceso independentista que acabó con la fallida declaración de una república catalana el 23 de octubre de 2017.

El Tribunal Supremo de España los juzgará no por sus ideas independentistas, sino por haber aprovechado sus cargos, como representantes del gobierno y del parlamento regional catalán, para romper unilateralmente con España. Si son declarados culpables de rebelión y malversación de fondos públicos, los acusados podrían pasar largos años en la cárcel, tiempo en el que el conflicto entre Barcelona y Madrid podría agravarse hasta límites insospechados.

27 de octubre. Superdomingo electoral en Argentina, Uruguay y Bolivia

Las elecciones en Argentina, Uruguay y Bolivia completarán la maratón de comicios que comenzó en 2018 y que provocó fuertes sacudidas en la región, como la elección de un ultraderechista en Brasil, Jair Bolsonaro, o, por primera vez, la de un líder izquierdista en México, Andrés Manuel López Obrador.

En Bolivia, Evo Morales buscará su cuarto mandato consecutivo para tratar de frenar así el paso a la marea derechista que invade Sudamérica. Sin embargo, lo hace jugando sucio: aprovechó su autoritarismo para lograr que el Tribunal Supremo le permitiese reelegirse, pese a que perdió el referéndum que él mismo convocó para preguntarle a los boliviano ssi querían que fuera de nuevo candidato.

A diferencia de Uruguay, que sigue siendo un oasis político, en Argentina se avecina un choque de trenes entre la derecha gobernante, de la mano del presidente Mauricio Macri, y el peronismo, que tratará de resucitar a la expresidenta Cristina Fernández de  Kirchner para reconquistar el poder.

Consciente de la popularidad de la que aún goza la exmandataria izquierdista, el oficialismo hace “changuitos” para que sea condenada en el esperado juicio por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, previsto para el 26 de febrero, y acabe como su admirado Lula da Silva: durmiendo en la cárcel.

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