Las redes sociales ardieron por la entrega de tenis a niños que realizó la icónica morenista Dolores Padierna, pero la principal molestia fue la condición pirata de los zapatos, no la entrega de dádivas claramente asociadas al partido Morena y por una legisladora en activo.

Como se recordará, Crónica atestiguó esta entrega de dádivas, con militantes de Morena identificados con chalecos guindas en los que se portaba la leyenda “Juntos Haremos Historia”, esto como fin de los cursos de verano del partido impartidos a niños de entre siete y 13 años aproximadamente. Se entregaron también fotos tamaño infantil y certificados médicos que los padres deberán entregar como parte de la documentación del regreso a clases.

Las áreas “beneficiadas por La Lola, como se le conoce a la diputada morenista, fueron las colonias Doctores, Obrera y Tránsito, un bastión en el que mantiene mucha influencia esta legisladora y su esposo, René Bejarano, el mismo de las ligas y el dinero de Carlos Ahumada.

Lo curioso del debate en redes sociales, tanto en Twitter como en Facebook, es que la mayoría de los comentarios no repara ni en lo legal o lo moral de la entrega de dádivas desde partidos políticos, sino en la condición pirata de los zapatos regalados. Llamados de cibernautas al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, quejas por fomentar la piratería e incluso llamados a las marcas Vans y Nike para que revisaran el tema (aunque sí hubo algunos llamados al Instituto Nacional Electoral)  fueron la tónica el día de la publicación de la nota.

La Constitución mexicana establece que los partidos políticos y las organizaciones políticas nacionales son entidades de interés público que coadyuvan al desarrollo de la vida democrática y de la cultura política, así como a la creación de una opinión pública mejor informada.

Entre sus obligaciones está el aplicar el financiamiento de que dispongan exclusivamente para los fines establecidos previamente. Y allí empieza el problema, pues, como lo señalaron fuentes del Instituto Electoral de la Ciudad de México cuestionadas al respecto, esto aparecería como claramente un delito si se estuviera usando para lograr votos o para afiliar a ciudadanos a un partido.

Para Carlos Flores Vargas, miembro del Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IEDT) y catedrático del Tec de Monterrey, resulta vergonzoso que los políticos utilicen aún las carencias de la gente como vía para atraer simpatías. Para él, también amerita una investigación por el uso de artículos apócrifos.

La diputada involucrada es un ícono del morenismo y también vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara baja.

Flores Vargas comentó que “no podemos seguir permitiendo esta clase de prácticas que buscan influir en elecciones a favor. Lo deseable también es que la ética sobresalga en este caso, y la diputada de Morena explique de dónde obtuvo los recursos para la compra de decenas de pares de tenis”.

El catedrático puntualizó que lamentablemente el Instituto Nacional Electoral (INE) no puede iniciar una investigación motu proprio, pues se requiere de una denuncia por parte de un particular o de un partido. “El fondo de esto es también el tema de si en democracia estas actividades son sanas, por muy loable que sea la labor que está haciendo la diputada, y hay que decirlo: se deben rechazar estas prácticas”.

Pero en la red, las cosas tomaron otro curso. La usuaria de Twitter identificada como Yeremaia Juntos Haremos Historia, lanzó un comentario que resume a muchos, muchísimos realizados ayer (como puede constatar el lector en internet directamente): “¡Tan grandes y llorones! Al menos regalan algo y no sólo se lo roban como los del PRIANPRD!”

En hilos iniciados por personajes del llamado círculo rojo, esto tampoco permeó el debate. Un ejemplo: el crítico columnista Ricardo Alemán reprodujo en Twitter la nota de Crónica y en respuesta recibió comentarios de defensa al morenismo que incluían alusiones a que el PRI hacía lo mismo o a que Sedesol de los pasados sexenios desviaba millones.

Otros optaron por la ironía, (“Ja, ja, ja, bueno, una pregunta. ¿de esos tenis usa su familia?” o “Igual que su gobierno, pirata...”).

La acción de Dolores Padierna no fue encubierta, por el contrario, ya sabedora de la difusión de sus actividades, siguió tuiteando fotos de sí misma acompañada con los niños cargando sus nuevos tenis (sí, piratas, o fake o réplicas no autorizadas, que de ello hubo un debate entre los niños cuando recibieron su regalito el pasado viernes).