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Liberan a uno de los asesinos de su hija, viven amenazados y su única salida es pedir asilo

◗ La promesa de la Fiscalía Especializada en Feminicidios del Estado de México de hacer justicia dio un vuelco desconsolador ◗ ¡Todo mundo vio (a El Pelón) salir corriendo!, sus pantalones tenían sangre y el MP no tuvo cintas reactivas para comprobar perfiles hemáticos, lamenta la madre ◗ A cambio, la jueza Janeth Patiño García validó las pruebas de descargo de El Pelón, autor intelectual del asesinato de la pequeña Fátima de 12 años

La jovencita de la foto
La jovencita de la foto La jovencita de la foto (La Crónica de Hoy)

[ Segunda parte ]

A pesar de las promesas de la Fiscal Especializada en Feminicidios, Irma Millán, y de la subprocuradora Dylcia García, ambas de la Fiscalía mexiquense, la familia de Fátima Quintana se enfrentó ante un falló desconsolador: El Pelón, autor intelectual del brutal feminicidio de su hija Fátima, fue absuelto para ser liberado el 8 de junio de 2017.

—Siempre nos decían que no necesitábamos abogados, que el seguimiento del caso era por oficio, y que la Fiscalía tenía la obligación de resolverlo. Decían que no llamáramos a los medios de comunicación que porque en lugar de ayudar, iban a estorbar.

Durante el proceso de juicio oral, la familia Quintero se llevó una amarga sorpresa, cuando frente a sus ojos, desfilaron para declarar en defensa de El Pelón, trabajadores de intendencia e inclusive el director general Administrativo del Colegio Privado Sierra Nevada, sitio en el que supuestamente El Pelón se encontraba trabajando como jardinero mientras se perpetraba el asesinato.

—La juez Janeth Patiño García desestimó a todos mis testigos. ¡Yo lo vi salir corriendo de la casa seguido por Misael! ¡Lo vio Salma! (amiga de su hija) ¡Lo vio Dany! ¡Lo vio mi esposo! ¡Los pantalones manchados de sangre eran de él! —dice Lorena entre lágrimas.

Pero el verdadero desastre del fallo se dio por la impericia para investigar y presentar pruebas: La carpeta del caso refiere que el Ministerio Público no contaba con tiras reactivas y por ello no se compararon los perfiles genéticos de los implicados con las muestras de sangre en la ropa, el cuerpo y otras evidencias materiales del lugar donde la pequeña Fátima, de 12 años, fue torturada bestialmente durante menos de una hora.

Un video presentado por la defensa muestra a un hombre, del que no puede asegurarse que se trate de El Pelón, que se encuentra caminado por la acera del colegio, dirigiéndose hacia la caseta de entrada.

Para entonces, sin que El Pelón se encontrara en libertad, la familia Quintana ya había sufrido amenazas e inclusive de un atentado. Mientras ellos iban a las audiencias, Daniel, su hijo, quien después de la escuela llegaba a encontrarse sólo en su casa, recibió llamadas telefónicas en las que le decían:

—¡Maldito gordo! ¡Sigues tú!

Una madrugada entre agosto y septiembre de 2015, fueron baleadas ventanas de la casa de los Quintana, luego de que el director general de Asistencia en el municipio de Lerma, les retirará la custodia permanente que la Fiscalía les había otorgado.

—Estaban en tiempos electorales. A pesar de que reportamos lo que pasó, a la Fiscalía y al municipio les dio exactamente lo mismo —refiere la madre de Fátima.

Fue así que padecieron el primer desplazamiento (cambio forzado de domicilio). Instancias oficiales de atención a víctimas del delito enviaron a Lorena, su esposo, sus cuatro hijos, sus cuatro nietos y sus dos yernos, a un municipio no muy lejano, ubicado entre Lerma y Toluca.

El segundo desplazamiento ocurrió después de que en la sala de audiencia, luego de que la juez Patiño convocara a un receso de cinco minutos, el padre de El Pelón amenazara a Lorena frente a agentes del Ministerio Público, abogados de la Comisión de víctimas estatal, policías judiciales, e inclusive la misma jueza que apenas se encontraba saliendo de la sala.

—¡Ya firmaste tu sentencia de muerte, perra!

Ese mismo día, los Quintana recibieron la llamada de una de las orientadoras de la escuela donde fueron inscritos dos de los hermanos de Fátima, aseguró que desde hace algunos días se encontraban recibiendo llamadas preguntando si había asistido a la escuela Dany, el hijo menor de los Quintana. Añadió que, además, camionetas con vidrios polarizados se encontraban pasando con frecuencia frente a las instalaciones.

Fue entonces cuando la familia de 12 fue desplaza, hasta una región fronteriza. Desde entonces, los Quintana están pidiendo asilo como refugiados en otro país. El caso del feminicidio de Fátima fue tomado por el Poder Judicial de la Federación y tiene la posibilidad de convertirse por su brutalidad y omisiones, en un caso emblemático reconocido por instancias internacionales.

Lorena y su familia conocían desde niños a los hermanos Atayde Reyes (los feminicidas) —Se podría decir que desde bebés— asegura Lorena. Dos años antes de la muerte de Faty, fue que llegó al pueblo El Pelón.

—Esa bestia llegó a envenenar con drogas a todos los niños de la colonia. Convirtió un lugar tranquilo en el escondite de su gran carrera delictiva. Él fue quien manipuló a Misael y Luis Ángel para que le ayudaran a destrozar a mi niña. Es un enfermo mental.

A pesar de ser acusados con las mismas pruebas, Misael, por haber sido menor de edad fue condenado a cinco años, de los cuales sólo pagará tres debido a que el Centro de Internamiento para Adolescentes “Quinta del Bosque” sólo puede retenerlo hasta los 23 años, y fue recluido hasta los 21.

Luis Ángel, su hermano, purgará una condena de 73 años con ocho meses.

Lorena referirá en la última parte del reportaje las posibles causas por las que El Pelón aún se encuentra en libertad.

(Continuará)

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