"Los clásicos sólo son realmente importantes para gente que le gusta la literatura, que en nuestro país no es ni el 50% de la población, pero creo que las historias sensibilizan a la gente y atraen la atención hacia algo distinto que lo que estamos viviendo —violencia, encierro, pobreza—. Los clásicos de la literatura tienen algo que puede hacer que la gente voltee a otro lado y piense en otras opciones, es importante acercarlos a la gente que ya le gusta, para picar su curiosidad, y a la gente que no, para traerla al arte que como hemos visto está salvando la situación en todo el mundo”, plantea Paola Tinoco, directora editorial de la app mexicana Ipstori, que a la fecha cuenta con cerca de 60 mil lectores, 573 “ipstorias” y 54 series.

El jueves 20 de agosto a las 20:00 horas, esta aplicación lanzará los primeros tres textos de la nueva categoría “ipstoris Clásicos” y a partir de ello continuará publicando uno nuevo cada mes. El estreno se hará con una transmisión desde Facebook y Youtube de la sesión “¿A quién le importa leer a los clásicos?”, en la que participarán los escritores Hernán Lara Zavala, Raquel Castro y David Jáuregui para hablar sobre la relevancia de obras como El retrato de Dorian Gray, de Oscr Wilde; Madame Bovary, de Gustave Flaubert; y 1984, de George Orwell, las cuales son las primeras del sitio.

“Vamos a celebrar que la aplicación tiene un nuevo diseño, mucho más limpio, así como nuevas herramientas para navegar, nuevas voces y nuevas historias. ipstori Clásicos es una categoría que surge con la intención de acercar la literatura al público contemporáneo”, agrega Tinoco en entrevista.

Considera que muchos potenciales lectores de nuestros días se abstienen de leer por miedo al enorme tamaño que representan muchas obras de culto. Por eso, esta iniciativa busca agilizar y adecuar las lecturas para que resulten más accesibles.

“Estamos haciendo adaptaciones: hasta 13 capítulos máximo, de 9 mil caracteres cada uno. Nuestra intención es que al leer estas adaptaciones dejemos suficientemente picados a los lectores para leer la versión completa”, comenta.

Señala que quienes adaptan las historias son escritores en toda regla que logran conservar la esencia de los personajes y lo fundamental de cada escena de una manera sintética. “Probablemente impriman algo de su estilo, pero siempre respetando al autor original y sin que falten los elementos primordiales. Decidimos invitarlos a la sesión del jueves porque me importa que alguien que ya tiene una trayectoria nos diga por qué son, o no, importantes los clásicos”, apunta Tinoco.

Añade que el formato de la aplicación es muy amable con todo tipo de público —permite ajustar el tamaño de letra, enfocarse en las ilustraciones, o elegir la opción de audio— y que, a pesar de estar dirigido a un público de 18 a 35 años, han logrado alcanzar tanto a niños como a personas de 80 años.