Escenario

“Los días francos”, en busca de personajes femeninos que rompan paradigmas sociales

Entrevista. La película dirigida por Ulises Pérez Mancilla, protagonizada por la actriz Stephanie Salas, fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF)

“Los días francos”, en busca de personajes femeninos que rompan paradigmas sociales

“Los días francos”, en busca de personajes femeninos que rompan paradigmas sociales

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
En el marco de la edición número 24 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), Crónica Escenario tuvo la oportunidad de charlar con el director Ulises Pérez Mancilla, así como con Stephanie Salas, Arturo de la Rosa y Alberto Santiago, protagonistas de la cinta ganadora del Premio de la Prensa en este certamen, Los días francos, para comentar más a detalle todo lo que hay alrededor de la realización de esta ópera prima. 

“Fue un proceso largo y doloroso. Reconozco que hubo mucho aprendizaje y pese a que tengo más de 15 años trabajando en el cine nacional con muchos realizadores a quienes admiro, el proceso no fue igual sino fue algo totalmente nuevo. Amo el cine y lo considero uno de mis motores de vida, así que fue fascinante descubrir este nuevo mundo, en específico el proceso de post producción, algo con lo que no estaba muy familiarizado. Descubrí toda una posibilidad de seguir creando y me ha dado, a pesar de todo, una gran gratificación, cerrando un círculo de comprensión, cariño y respeto por el oficio de dirigir”, comentó Pérez Mancilla acerca de la experiencia para crear su primer largometraje.

El crear esta historia implicó para el realizador salir de ciertas zonas de confort que dieran paso a una reflexión interesante en cuanto al tema de la maternidad y los roles femeninos en la sociedad. “Solía trabajar temas muy biográficos. Un día me propuse alejarme y realizar algo totalmente opuesto. De entrada, hablar de una maternidad cuando no soy ni madre ni mujer, pero intentando encontrar esos puntos en mi vida donde podría hablar de ello”, mencionó.

“De ahí, el guion se gesta en un par de talleres importantes y la inspiración nace de una imagen de un reportaje en la que una madre no podía convivir con su hijo y le costaba trabajo hacerlo. Esto se suma a la época que vivimos donde los cambios sociales han sido radicales, en específico lo generado por el #MeToo, la nueva ola feminista, la despenalización del aborto, temas que generacionalmente necesitábamos retratar", declaró. 

En Los días francos la actriz Stephanie Salas da vida a la protagonista Amanda, quien es una actriz de unos 40 años. En medio de una crisis económica después de ser despedida de su único trabajo en un canal de infomerciales de televisión, se ve obligada a repensar su carrera y también a cuestionarse dolorosamente su rol como madre de Nicolás, un niño de 7 años.

La experiencia de su propia vida familiar fue algo que lo llevó a hablar de estos temas. “Crecí en una familia muy tradicional y como hijo sentía que necesitaba hablar y entender  de las familias distintas a la mía y los señalamientos que les hacían. De ahí, encontré en el melodrama el mecanismo para contar este relato en el que podría jugar con los elementos clásicos donde solemos ver el rol de una madre  abnegada que da todo por otros pero cambiarle hacia el enfoque que pocas veces vemos, que es que lo dé todo por ella. La crisis detonante de Amanda es esa, parar un día en su vida  y preguntarse si es feliz con lo que hace y tiene”, dijo Pérez Mancilla.

A su vez, el joven realizador aportó algunas de sus influencias para desarrollar el relato de Los días francos. “Encontré mis propios referentes, sobre todo un diálogo muy rico con el cine de Alberto Bojórquez como Retrato de una mujer casada o Lola de María Novaro. Creo que han habido ciclos en los que emergen estos personajes como una necesidad social donde encontramos personajes femeninos que rompen. El rol de Amanda se hermana con esos personajes de esa forma, que no es la madre típica, ni la buena ni la mala, sino la que se pregunta si de verdad quería ser madre o no”, enfatizó.

STEPHANIE SALAS, ESTRELLA DE CINEUno de los atractivos de la cinta es el primer papel protagónico de Stephanie Salas, quien tuvo una aproximación incidental con Ulises que detonó que ella fuera la elegida para interpretar a Amanda. “Fue una casualidad afortunada. La conocí en la premier de La calle de la amargura, en la que trabajé con su mamá, Sylvia Pasquel y un amigo director me dijo 'ella es ideal para ese guion que estás escribiendo'", recordó Ulises. 

“Así, me acerqué, la saludé, me pasó su contacto. De ahí fue un proceso de muchos años de espera porque llevamos queriendo hacerlo desde el 2015. Recuerdo que me dijo ‘chin chin si no me llamas para la buena’. De ahí, pasaron 3 o 4 años en que la contacté de nuevo con todos los recursos. Fue una negociación en donde le expliqué qué queríamos desarrollar y porqué queríamos que fuera ella”, añadió.

Durante la alfombra roja de la presentación de la cinta en Irapuato, la actriz expresó su sentir al formar parte de este filme: “Me siento muy contenta. Es una cinta que comenzamos antes de la pandemia por lo que nos da más emoción que se esté estrenando ahora que la vemos con más ansias y entusiasmo. Creo que los personajes y protagónicos llegan cuando tienen que llegar y me parece que en otro momento no lo hubiera sentido ni hecho igual, ni siquiera hubiera conocido a Ulises. Estoy agradecida por este guion maravilloso que me sedujo. Ese fue el mensaje que necesité para emprender esta aventura al lado de todos los compañeros, la productora y demás que estuvieron involucrados en el proyecto", afirmó la actriz a Crónica Escenario

A su vez, Ulises Pérez Mancilla alabó su labor y la decisión de escogerla para interpretar a su compleja protagonista. “Es muy completa y su talento no ha sido muy explotado. Creo que no le habían ofrecido un papel donde pudiéramos verlo. En un principio lo que más me llamó la atención de ella fue su presencia física que me recordaba a su abuela y por otro lado, sin tener una actriz debutante, podía tener un rostro familiar nuevo”, explicó el realizador.

“Me parece que Stephanie tomó una decisión muy valiente al aceptarlo junto a la enriquecedora construcción de personaje, que es lo opuesto a ella, con una historia muy amorosa donde ella frenó su carrera para poder criar a sus hijas. Me parece valioso que se sumara al proyecto de romper esos paradigmas desde su propia experiencia”, agregó.

PERSONAJES QUE BUSCAN DEJAR HUELLA

Salas también habló acerca de la construcción de su personaje. “Hubo un trabajo arduo para crear a mi personaje. Entre Ulises y yo lo realizamos con un enfoque bastante teatral. Hicimos mesas redondas de todos los personajes, lecturas, hasta que estábamos ya con la obra nos animamos a grabar y de esa manera creo que salió lo que queríamos ver dentro de la historia de la película que maneja tanto ficción como realidad porque, como el personaje, desde que nací estoy un tanto metida en este medio y lo ves por fuera y la vida misma se vuelve el todo. Es estar arriba y abajo y creo que Ulises vio en mí la capacidad de interpretar a alguien que pase por estos altibajos pero sin dejar de reflejar eso, la vida”, comentó.

Además, la actriz ahondó más en la importancia de su rol y las diferencias de su personaje con ella, dejando clara la cuestión importante que plantea la cinta de Pérez Mancilla. “Aprovecho y me agarro de los personajes para dejar de ser Stephanie Salas. No me gusta entrar en personaje y ser yo porque siento que no construyes algo y es aburrido ser uno mismo. Entonces, con la experiencia personal que puedo tener, le adquirí y le agregué a ese personaje lo que necesitaba para darle vida sin ser yo ni tomar mis propias experiencias porque he vivido cosas muy distintas”, expresó.

“Pero al verlo en la cinta, son situaciones que no hablan de una mujer, sino de todas. Todas somos una misma, podemos ser madres o no, podemos ser emprendedoras, profesionistas o no. Esa es la cuestión, tú como mujer ¿qué quieres hacer? Y la respuesta es que existe socialmente el apoyo para que puedan realizarse disfrutando felices, orgullosas de todo lo que una mujer es capaz de dar”, continuó.

UN TRASFONDO SOBRE LOS ROLES DE GÉNERO

También, Pérez Mancilla habló acerca del personaje del Bull, interpretado por Alberto Santiago, quien es otro ejemplo de cómo se rompen los paradigmas establecidos en el cine y la sociedad. “Quería construir un personaje que fuera empático y más acorde a la época. Costó trabajo encontrar esos puntos en los que quería transmitir mi mensaje. Aquí, tomé como referente La vida no vale nada de Rogelio González, en el que el rol de Pedro Infante es alguien que se está yendo siempre y que aparte se topa con mujeres buenas que le ofrecen casa, vestido, sustento, amor y él lo rechaza y las abandona porque no se haya en la vida”, destacó.

“Por mucho tiempo estos personajes masculinos estaban escritos con una claridad de saber que los hombres pasan por ciertos conflictos y las mujeres por otros. De alguna manera, en Los días francos le doy un giro a ello, planteando qué pasaría si la madre es la que tiene ese dilema y el hombre es el abnegado, además de poner el tema en la mesa del padre ausente. A las mamás se les dice madres solteras, como si fuera un estado civil y el hombre puede irse o abandonar la casa y parecer congruente, sin ningún juicio. Pero si es al revés, a la madre se le tacha de desnaturalizada cuando la realidad es que la situación existe de ambos lados pero el tabú se presenta más del lado de las madres”, enfatizó.

RODEADOS DE TALENTO NACIONAL

Y es que si hay algo que hace que la película tenga un lado amable es la química y presencia de Santiago y del niño Arturo de la Rosa, que realiza el papel de Nico, el hijo de Amanda. “Conectar con el Bull fue muy divertido, porque en la cinta son muy buenos amigos, se conocen muy bien. Nico, mi personaje, es cuidado más por él que por su mamá. Ellos son felices estando juntos aunque extrañe a su mamá”, expresó de la Rosa.

Por su parte, Santiago complementó: “Aprendí muchísimo de sólo escucharlo y en escena incluso nos pasábamos tips. Se formó una gran amistad que creo tiene que ver un poco con el casting que hizo Ulises para estos personajes tan bien definidos. Conectamos de maravilla”, dijo.

Si bien Salas realizó un interesante trabajo para la construcción de su personaje, Santiago tampoco se quedó atrás para su rol del Bull, con el que comparte ciertas características y cree que es un rol valioso para hacer pensar a la audiencia. “Crecí en un entorno muy similar al de mi personaje, pero creo que él pertenece a un sector de la cultura del sacrificio”, expresó.

“Uno tiene sueños que con una mamá enferma, con un padre que lo abandonó y eso crea a una persona que solamente busca una familia. Eso me hizo pensar acerca de mi responsabilidad como actor y alguien un tanto privilegiado que puede hacer cintas para pasar el mensaje importante acerca del cambio de perspectiva sobre el hombre macho y así que resulta ser un corazón de pollo que no busca salvar a Nico sino que encuentra en él una gran metáfora de salvación”, añadió.

La forma de trabajar de Pérez Mancilla fue algo que también resaltan tanto Arturo como Alberto. “Tiene un gen que lo hace ser feliz. En el proceso tuvimos muchísimas pérdidas, pero nunca lo ves triste o quejándose. Siempre tiene una sonrisa en su rostro y eso lo contagia”, afirmó el pequeño.

“Me encantó ser parte del proyecto porque es su bebé y cuando haces algo que es tuyo lo cuidas. Eso hizo con nosotros. Más allá de los ensayos tuvimos pláticas acerca de temas como el machismo, la brecha generacional, la ausencia de los padres, entre otros, a nivel de amigos. Lleva eso al set y se convierte en algo súper gozoso. El amor que volcó hacia la película provocó una unión, una amistad fuerte entre el equipo”, aportó Santiago.

EFECTOS DE LA PANDEMIA

El director de la cinta aprovechó el momento para hacer mención de los efectos que tuvo la pandemia en la etapa final de este proyecto. “Seguimos en el proceso de cambio. Veo mi cinta y creo que está hecha en otra época. Siento que algo muy fuerte nos ha cambiado y estamos comprendiendo esta nueva forma de hacer cine. La pandemia ha impactado de forma impactante, incluso de forma emocional”, destacó.

“La fuerza del streaming también empujó totalmente al cine en pantalla grande. Creemos que algo va a suceder y este punto me recuerda a la discusión cuando aparecieron las cámaras digitales que provocó un cambio inminente. Este reajuste es algo que apenas comienza y se venía anunciándose pero que se ha acelerado. Pero estamos abiertos a ello, a esos cambios. No estoy peleado con ello pero si se siente una magia diferente en la pantalla grande, en la sala de cine”, añadió.

Alberto Santiago reiteró ese ambiente de cambio, mismo que también lo afectó de forma personal. “Ha sido algo cabalístico. Llegó la pandemia y a todos nos confrontó con nuestras sombras, inevitablemente. Y ahora que estamos cosechando un poco todo este proceso, mismo en el que la edición cambió muchísimo la idea del filme, según nos platicaba Ulises, pues demuestra que la cinta se adaptó a la situación. A nivel personal, mi perspectiva cambió a como era cuando comencé a filmar. Siento que todo esto es consecuencia de todo un desarrollo en nuestros principios. Y ahora que llegamos a este festival celebrando un poco todo es algo de lo que estoy muy agradecido y después, hay que seguir trabajando”, mencionó.

Más allá de todo, Pérez Mancilla recalca la alegría que le da el poder ver su cinta terminada y teniendo un debut tan importante no sólo en el GIFF sino en otros festivales como el  Festival Mix. “Estamos contentos de tener este estreno por fin. Confiamos en que la retroalimentación con el público y la prensa ayudará a darle ruido entre los distribuidores. Normalmente es difícil para las propuestas distintas que se vean. Pero aquí andamos, contentos y satisfechos de lo que logramos aquí”, concluyó entusiasmado.