El Congreso español inauguró ayer la nueva legislatura tras las elecciones generales del pasado 28 de abril. Y lo hizo con la esperadísima presencia de cinco líderes independentistas catalanes que se encuentran en prisión de manera preventiva mientras se celebra el juicio contra el intento de independencia unilateral de Cataluña de octubre de 2017. Esto, después de que el Tribunal Supremo español les diera permiso para acudir a recoger sus credenciales como legisladores electos.

Una de las imágenes más esperadas llegó cuando el exvicepresidente catalán, Oriol Junqueras, la figura más notoria de los líderes catalanes encarcelados, saludó y dio la mano al presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

Junqueras, así como Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez en el Congreso, y Raül Romeva en el Senado, juraron sus cargos antes de regresar a la cárcel, y prometieron acatar y defender la Constitución española, pero todos ellos usaron fórmulas para recalcar que lo hacían “por imperativo legal” o “por la República Catalana”.