Mundo

Los talibanes tienen un club de admiradores en EU: los supremacistas blancos

A días del vigésimo aniversario del 11-S, fanáticos estadounidenses elogian a los que protegieron a Bin Laden y anhelan poder echar del poder a sus enemigos liberales… por las buenas o por las malas

Los talibanes tienen un club de admiradores en EU: los supremacistas blancos

Los talibanes tienen un club de admiradores en EU: los supremacistas blancos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

PATA 1

Miembro del grupo supremacista blanco Proud Boys

El odio crea extraños compañeros de cama. El caso más reciente es la admiración mostrada por miembros de la extrema derecha estadounidense hacia los terroristas talibanes.

Un día después de la salida del último soldado estadounidense de Afganistán, los servicios de inteligencia de EU informaron que están captando mensajes en las redes sociales de elogios de estadounidenses a los talibanes.

Lo inquietante es que no se trata de estadounidenses musulmanes fundamentalistas, sino justo el otro extremo: supremacistas blancos y cristianos.

“Lección de amor”

“Lo que han hecho los talibanes es una lección de amor por la patria, la libertad y la religión". Este mensaje fue escrito por un simpatizante de los Proud Boys días después de la caída de Kabul en manos de los talibanes, según denunció SITE Intelligence Group, una organización no gubernamental estadounidense que rastrea la actividad en línea de organizaciones supremacistas blancas, antifascistas y yihadistas.

Lejos de clamar venganza contra los victoriosos talibanes —o contra el Estado Islámico, por la matanza de trece soldados estadounidenses en el aeropuerto de Kabul—, el autor del mensaje mostró su admiración por los mismos muyahidines que permitieron a Osama bin Laden planear y ejecutar los atentados del 11 de septiembre de 2001, que en pocos días se conmemora el vigésimo aniversario.

El enemigo es el “globohomo”

En su último boletín semanal, SITE Intelligence Group destaca también el mensaje de otro internauta que navega por los centenares de páginas de “patriotas”, en las que conviven viejos conocidos, como los antisemitas o los antiliberales, con un nuevo término aún desconocido para la mayor parte de la sociedad, de momento.

"Estos granjeros y hombres mínimamente entrenados lucharon para recuperar su nación del globohomo. Recuperaron su gobierno, instalaron su religión nacional como ley, y ejecutaron a los disidentes... Si los hombres blancos de Occidente tuvieran el mismo valor que los talibanes, actualmente no nos gobernarían los judíos".

El neologismo “globohomo” —globalista, homosexual, pero también liberal, ecologista, feminista, ateo, demócrata...— resume despectivamente todo lo que desprecian los simpatizantes de la derecha alternativa estadounidense, que siguen sin digerir que su líder supremo —Donald Trump— haya sido echado del poder, pero al que esperan ver de nuevo en la Casa Blanca para completar la obra supremacista blanca, por las buenas o por las malas.

¿Guerra civil en EU?

Uno de los supremacistas blancos más influyentes es Nick Fuentes, un rabioso antiinmigrante, pese a que su origen hispano lo delata. El joven “influencer”, protegido del congresista republicano por Arizona, Paul Gosar, sugirió en un mensaje que colgó en su cuenta de Telegram, que Estados Unidos debería emprender una cruzada cristiana similar a la de los musulmanes talibanes.

“Los talibanes son una fuerza religiosa conservadora, Estados Unidos es impío y liberal. La derrota del gobierno de Estados Unidos en Afganistán es sin duda un acontecimiento positivo ", escribió.

Sobre este punto, el jefe de la Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Nacional, John Cohen, declaró el pasado viernes a CNN que “han surgido en las últimas semanas varias tendencias preocupantes en plataformas en línea comúnmente utilizadas por grupos antigubernamentales, supremacistas blancos y otros grupos extremistas violentos nacionales, incluyendo plantear las actividades de los talibanes como un éxito y como un modelo para aquellos que creen en la necesidad de una guerra civil en Estados Unidos”.

Bajo la lógica enferma de los que militan en organizaciones como Proud Boys, OathKeepers, QAnon, o el Ku Klux Klan, los talibanes no son terroristas que prohíben a las niñas la educación y mantienen a las mujeres en condición de esclavas a su servicio; los talibanes son fervorosos seguidores de las leyes religiosas y morales de su cultura ancestral, y son, además, unos valientes guerrilleros patriotas, que reniegan de todo lo que venga del extranjero y que, en consecuencia, harán todo lo posible por evitar que los afganos salgan del país y se “contaminen” con otras maneras de ver el mundo.

En este punto también coinciden los ultraderechistas con los talibanes. No quieren que salgan los afganos de su país, pero para que no “contaminen” con su raza, su religión y su cultura EU y el resto de “naciones arias” europeas.

Peligroso sentimiento antirrefugiados

El bombardeo diario en los medios de miles de aterrorizadas familias afganas, subiendo a aviones para escapar del regreso de los talibanes, ha disparado entre muchos estadounidenses extremistas el sentimiento antirrefugiados, especialmente en las web conspiranoicas que denuncian lo que en inglés llaman “The Great Replacement” (El Gran Reemplazo).

Dicha teoría de la conspiración afirma que los “patriotas estadounidenses” (o sea, los blancos cristianos) están siendo desplazados y reemplazados sistemáticamente por pueblos de otras razas y culturas. Pese a que dicha teoría no se sostiene por ningún lado, el propio Trump lo usó para sus propios intereses y llegó a asumir en su discurso la “amenaza de una invasión” desde la frontera sur.

La consecuencia más trágica de esta estrategia del miedo al inmigrante que usó el anterior mandatario estadounidense fue la matanza en 2019 de hispanos en un supermercado de El Paso, a manos de un joven supremacista blanco que se creyó en su deber de frenar a tiros a los “mexicanos que querían invadir Texas”.

Este es, precisamente, el temor que pone en alerta SITE Intelligence Group en su último informe: “El deseo de emular a los talibanes y la retórica cada vez más violenta sobre las 'invasiones' de afganos desplazados puede degenerar en una ola de ataques contra refugiados en EU, de esa nacionalidad o de otra”.

"Existe la preocupación de que esas narrativas puedan incitar a actividades violentas dirigidas a comunidades de inmigrantes, ciertas comunidades religiosas o incluso a aquellos que se reubican en Estados Unidos", agregó.

El FBI ya ha advertido que el extremismo violento doméstico es la mayor amenaza para Estados Unidos, señalando el ataque del 6 de enero en el Capitolio como una clara ilustración de lo que puede ocurrir cuando florece la violencia conspirativa.

Sin embargo, no han pasado ni ocho meses desde el trágico asalto de seguidores de Trump al templo de la democracia estadounidense y los republicanos, con su empeño en volver a poner de candidato presidencial a Trump, parecen haber olvidado que la amenaza supremacista que se cierne sobre la sociedad estadounidense acabará devorando también a ellos.