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Magic Johnson, el rey midas empresarial

La leyenda de la NBA y accionista de los Dodgers, no pudo cumplir lo que prometió a los aficionados: traer el campeonato de GL a la ciudad de Los Ángeles, sin embargo lo volverán a intentar el próximo año; mientras, con los Lakers buscarán llegar a los playoffs este 2017, cosa que no han hecho en los últimos cuatro años

El exjugador de béisbol y comentarista deportivo, Magic Johnson, lanza una pelota de béisbol en un estadio de béisbol.
El exjugador de béisbol y comentarista deportivo, Magic Johnson, lanza una pelota de béisbol en un estadio de béisbol. El exjugador de béisbol y comentarista deportivo, Magic Johnson, lanza una pelota de béisbol en un estadio de béisbol. (La Crónica de Hoy)

Su historia es un guión de Hollywood. Lo tenía todo, era el rey Midas como deportista, lo perdió todo, eso parecía, y renació de entre las cenizas.

En él se juntan dos ideas antitéticas en principio, el choque de dos galaxias muy diferentes y lejanas; el deportista de élite en la plenitud de la juventud y el éxito, y la enfermedad, por aquel entonces, más ominosa, sórdida y famosa del mundo. Portador del VIH. Parecían ámbitos incompatibles, no entraba en los planes ni en los cálculos. Y pasó. Esas cosas pasan, a veces.

Y había que ver cómo reaccionaba y lo afrontaba Earvin Magic Johnson. Y la verdad es que de una manera admirable, ejemplar, envidiable. Al principio, con valor y sencillez, después, con entereza y constancia, finalmente, con templanza y firmeza.

Verle jugar, era uno de los mayores placeres que el deporte ha dado, ver cómo se movía, con que fluidez, generosidad, brillantez, imaginación, eficacia y magia. Cómo mezclaba la precisión con la libertad, cómo hacía jugar a sus compañeros, cómo alegraba el juego, lo engrandecía y ensanchaba, lo hacía comunitario y feliz; de esas pocas personas o atletas que elevan, superan, fijan y trascienden, por su inmensa maestría y benéfica influencia, su entorno, el tiempo que les tocó vivir.

Atrás quedaron sus cinco títulos de la NBA, el campeonato universitario, ese  Show time de cada noche, su medalla de oro olímpica con el Dream Team, pero su enorme simpatía, continúa, ahora, negociante habilidoso.

La leyenda de la NBA y accionista de los Dodgers, no pudo cumplir lo que en el pasado julio prometió a los aficionados traer el campeonato de Grandes Ligas a la ciudad de Los Ángeles, luego que la noche del miércoles, la franela Angelina cayó en casa y en siete juegos ante los Astros de Houston.

La misma noche que los Dodgers derrotaron a los Cachorros de Chicago en casa ajena 11-1, Magic Johnson estaba presenciando el juego debut de su pupilo de 19 años, Lonzo Ball, a quien escogió como número dos del último draft de la NBA.

Aunque la temporada de la NBA hasta ahora arranca, los Lakers, de donde es accionista y ahora como Presidente de Operaciones, respiran optimismo tras venir de temporadas sin opción a playoffs, y aficionados ven en la cartelera el inicio de la “Era Ball” como la esperanza de la franquicia angelina.

Pero, ¿por qué Earvin Magic Johnson se podría considerar un amuleto de la buena suerte?

Su resumen como atleta y como ejecutivo lo explica todo. Tras su retiro de las duelas, se convirtió en un exitoso empresario, como lo demuestran los resultados de sus asociaciones con negocios como Starbucks y EquiTrust Life Insurance.

En julio del 2011 los Dodgers se habían declarado en bancarrota, en el 2012 el ex jugador de los Lakers, adquirió una parte de las acciones del equipo de los Dodgers valorizadas en 2 mil millones de dólares, y cinco años más tarde, en 2017 después de muchos cambios, y el reclutamiento de talento joven, que después de 29 octubres los azules volvieron a soñar con llevarse la Serie Mundial.

Dicho sea de paso, los Dodgers han logrado aumentar su valor en el mercado, y según la revista Forbes, se encuentra en el puesto No. 13 entre los 50 equipos del mundo en cuanto a valor con un estimado de 2.75 mil millones de dólares, un aumento del 10 por ciento respecto al año anterior.

El Magic, no sólo ha hecho creer en los equipos angelinos como los Dodgers y los Lakers, sino en la sociedad. Convertido en emprendedor, abrió una franquicia de las cafeterías Starbucks para servir a clientes urbanitas y negros, solicitó un par de cambios en la estricta fórmula de la marca.

Primero, nada de pastelería. A sus clientes, dijo Johnson, no les interesaban las magdalenas. Preferían el pastel dulce de patata. Segundo, la música. Menos rock ligero y más Michael Jackson. Starbucks, que rara vez permite variar su modelo, aceptó. Y en 2010, tras un acuerdo de 12 años, le pagó supuestamente 75 millones de dólares por sus 105 establecimientos.

Y se convirtió en empresario. Construyó cines en comunidades negras y convenció a algunas cadenas minoristas para que abrieran tiendas en áreas urbanas habitadas por minorías. Invirtió en start-ups y el sector inmobiliario, formó parte del consejo de administración de la firma de pagos Square y compró acciones de una compañía de seguros de vida. En 2012, se convirtió en la cara pública de un grupo de inversores que pagó 2,000 millones de dólares por el equipo de beisbol Los Angeles Dodgers.

Con más de 125 cafés, una decena de cines, una cadena de restaurantes y varios gimnasios construidos a lo largo de todo Estados Unidos y una facturación aproximada de mil millones de dólares, Johnson dijo que “trabajar es lo único” que ama en la vida.

“Yo no tengo pasatiempos, mi trabajo es mi pasatiempo”, aseguró Johnson, quien precisó: “la gente me recordará más como un hombre de negocios que como un basquetbolista”.

El Magic es propietario de una constructora en los barrios pobres de Estados Unidos, Magic Johnson Entreprises, que une negocios con desarrollo económico de zonas periféricas de ciudades como Los Angeles o Nueva York.

Su éxito como empresario fue reconocido por el expresidente Barack Obama, quien le pidió que formara parte de su equipo de asesores y aconsejara a la Casa Blanca sobre desarrollo de comunidades urbanas, en particular sobre la creación de puestos de trabajos en áreas desfavorecidas.

Al hablar sobre su infección con el VIH, la exestrella de la NBA dijo que gracias a sus ganas de vivir pudo luchar contra el virus desde el momento que lo contrajo en 1991.

“Me interesa la vida sobre la muerte. Yo tengo un espíritu muy fuerte, soy un competidor fuera de serie y consideré al virus como si fuera un adversario de baloncesto. Siempre supe que haría todo para vivir el mayor tiempo posible”, dijo Johnson, que lidia con el VIH desde hace más de dos décadas.

Todo el mundo pensó que se estaba engañando con el VIH, pero el jugador buscó los mejores tratamientos y se cuidó físicamente. Para sorpresa de todos, se hizo más fuerte, más rico, más poderoso y más influyente.

Hoy Johnson pone su magia en los Dodgers y en los Lakers, y el abracadabra de lo que vendrá tiene a los aficionados angelinos expectantes, mientras que así mismo puede dársele crédito de la buena racha que trae a los fanáticos de los Dodgers viendo el cielo azul, aunque no hayan podido conquistar la Serie Mundial 2017.

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