El nombre de Gabriel García Hernández, Coordinador General de Programas para el Desarrollo de la administración lopezobradorista, ha reaparecido tras las denuncias reveladas por la Secretaría de la Función Pública sobre abusos cometidos por los superdelegados en programas sociales, usados con fines electorales o partidistas.

García, exsecretario de organización de Morena y encargado durante muchos años del padrón de militantes, coordina ahora el trabajo de los representantes federales en las 32 entidades del país. De él se conoce su facilidad para la acción electoral y el manejo de recursos financieros para proyectos políticos.

Entre las voces en contra de su injerencia en el proceso de renovación de la presidencia morenista y la utilización sesgada de apoyos está la de Yeidckol Polevnsky, dirigente del partido: lo acusó de orquestar un padrón sin documentos de acreditación de militantes y de emplear la base de datos, a los delegados y a los Servidores de la Nación (también subordinados a él) para promover el voto a favor de uno de los candidatos a la dirigencia nacional. ¿Quién? Bertha Luján....

Según palabras de Yeidckol, “su plan ha sido incidir en las asambleas, secuestrar al partido y meter o poner gente vinculada a un equipo, manipular las elecciones”. Por eso, le exigió “sacar las manos del partido y no utilizar su cargo para meterse en la vida interna de Morena”.

Crónica realizó una revisión sobre el pulso nacional de integrantes morenistas en torno al trabajo de García Hernández…

Encontró el testimonio de Enrique Yáñez Reyes, fundador de Morena en Tamaulipas y presidente de los industriales de la masa y la tortilla en la entidad: “Basta de tanta manipulación en base a las necesidades de la ciudadanía. A García Hernández todavía no le cae el veinte, no puede seguir ahí con usted”, le escribió al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Le hacemos saber a AMLO que lo tiene que investigar, ya que está operando para fines de Bertha Luján. Aquí en Tamaulipas el superdelegado José Ramón Gómez Leal (cuñado del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca) ha dado línea a todos los subdelegados para sacar adelante a la gran mayoría de consejeros con el apoyo de Servidores de la Nación y apoyar a Luján. El presidente ha dicho que no quiere partido de estado, pero García hace todo lo contrario, usando recursos económicos y a beneficiarios de programas”, expresó el industrial a este diario.

“Gabriel era el Secretario de Organización de Morena y responsable directo del padrón de afiliados, que tiene muchas inconsistencias y por eso a las asambleas (donde ha predominado la violencia) han entrado muchas personas que no estaban afiliadas. Él va por un camino diferente al del presidente, ¿o acaso AMLO lo está dejando ser?, ¿cuál es el combate a la corrupción si en la oficina de al lado la están fomentando? Es tiempo de rectificar”.

El general José Francisco Gallardo, dos veces candidato de Morena a la gubernatura de Colima, apuntó en redes sociales: “Gabriel García Hernández, algún día la justicia tocará a tu puerta, las tranzas y topillos en Colima, en tanto fueron internos, pasaron, ahora como autoridad estás en una vitrina y tienes que rendir cuentas, aun protegido desde el poder”.

Claudia Yáñez Centeno, diputada federal de Morena en ese mismo estado, develó las artimañas desde la comparecencia de María Luisa Albores, secretaria del Bienestar, en la Cámara de Diputados, el 22 de octubre: “Algunos de los delegados están manipulando discriminadamente (sic) los recursos de los programas sociales destinados a los más pobres, entre ellos, la de Colima (Indira Vizcaíno)”.

Y al paso de los días, refrendó: “En diversas reuniones con presidentes de los comités estatales nos han externado, a los diputados federales, la inoperante e irresponsable actuación del Coordinador Gabriel García, al inmiscuir a empleados federales en labores proselitistas en lugar de dar seguimiento constante a los programas del bienestar, dejando en el desamparo a mucha gente que depende de estos apoyos”.

“Los delegados, con la entrega de recursos de los programas sociales, sobornan a los beneficiarios para inducir el voto y eso no es democracia”, dijo la legisladora, quien ya ha presentado denuncias ante la FGR y la Fepade.

Hasta la propia Albores envió el oficio 100-490 a Gabriel Hernández, en el cual le solicitó: “instruya a los delegados de Programas para que la ejecución de las acciones que les encomiende, así como al personal de campo, se realice en estricto apego a los principios constitucionales que rigen al servicio público. Conduciéndose con imparcialidad, equidad y evitando utilizar los programas sociales o sus recursos para inducir o coaccionar el voto, además de abstenerse de realizar proselitismo político”.

“Lo anterior, en congruencia con lo instruido por el presidente, relativo a no permitir actos de ­corrupción ni delitos electorales, así como castigar los actos cometidos fuera de la ley”.

García Hernández, desde siempre operador entre penumbras, sólo compartió un comentario en su cuenta de Facebook: “es tanta la felicidad que nuestro trabajo nos da que con sinceridad les digo: amor y paz a las personas cuya vida y nombres son de mentira y difaman sin fundamentos”…