Un cuarto de siglo después de que Lady Di apretara el botón nuclear con una entrevista explosiva contra su todavía marido, el príncipe Carlos, y contra su suegra, Isabel II, la monarquía británica vuelve a temblar ante la entrevista del nieto de la reina, el príncipe Enrique, y su esposa Meghan Markle, difundida ayer en Estados Unidos.

Luego de conocerse que recibieron un cheque por siete millones de dólares, los duques de Sussex -desterrados voluntariamente en California- confesaron en una entrevista a la presentadora Oprah Winfrey que la indiferencia de la familia real británica ante los ataques continuos de la prensa contra ellos, y la necesidad de proteger a su hijo Archie, fue lo que les llevó a mudarse a Canadá y luego a Estados Unidos.

“No se parece en nada a lo que parece”. Así describió la duquesa sus tristes días como miembro de la familia real británica, tras confesar que no se sintió en ningún momento protegida, cuando ella -estadunidense y mulata- era blanco de los ataques de la prensa sensacionalista inglesa. “Todo empezó a empeorar cuando me casé con el príncipe y llegué a comprender que no solo no estaba protegida, sino que ellos estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia”, declaró la duquesa, y agregó: “No estaban dispuestos a decir la verdad para protegernos a mí ni a mi esposo”.

Cuando Winfrey preguntó si hubo un punto de quiebre, la duquesa dijo que sí. “Tuve pensamientos suicidas, ante tantas mentiras e indiferencia. Simplemente no veía una solución. Me sentaba en la noche y me preguntaba: ¿Cómo me está pasando esto? Mi mamá y mis amigos me llamaban llorando y me decían: Meg, no te están protegiendo”.

Contó que estaba al borde de la desesperación. “Estaba realmente avergonzada de decirlo en ese momento, y especialmente avergonzada de tener que admitírselo a Harry, porque sé cuánta pérdida ha sufrido”, declaró en relación al trágico destino de su madre, muerta en 1997 en París, mientras el carro donde viajaba huía de los paparazzi.

“Fue un pensamiento constante muy claro, real y aterrador. Recuerdo cuando dije (a la familia real) que tenía que ir a algún lugar para obtener ayuda … y me dijeron que no podía”, tal como se la negaron en su día a la madre del príncipe Harris, cuando se sintió abandonada por su marido y por la reina, hasta que un día de noviembre de 1995 decidió contar su desgracia en una histórica entrevista para la BBC, en la que confesó que en su matrimonio “éramos tres”.

El problema es el príncipe Carlos.

En su papel secundario durante la entrevista, el príncipe Harris reveló, sin mucho convencimiento, que su relación con su abuela, la reina, “está mejor que nunca” y apunto con el dedo acusador a su padre, origen del triste final de su padre.

“Ella es mi coronel en jefe, ¿verdad? Siempre lo será”, aseguró. En cuanto a su padre, declaró: “Me siento realmente decepcionado porque él ha pasado por algo similar, él sabe cómo se siente el dolor ... y Archie es su nieto”.