
En nuestra labor cotidiana, las y los servidores públicos contribuimos a la satisfacción de distintas necesidades de la ciudadanía por medio de la prestación de diversos servicios y productos, los cuales deben brindarse con calidad y eficiencia. Ahí reside la importancia de conocer qué es la gestión pública y, especialmente, qué implica su mejora.
La mejora de la gestión pública hace referencia al proceso que se lleva a cabo para perfeccionar un servicio o producto de alguna instancia gubernamental. Dicho proceso incluye un análisis de lo que se busca optimizar y de la expectativa del usuario, con base en los principios de eficiencia, eficacia y legitimidad, pues deben guiar el manejo de cualquier organización del Estado*.
En este sentido, la mejora de la gestión pública es una tarea de monitoreo permanente del ejercicio de la función pública, la cual exige el establecimiento de controles preventivos adecuados que permitan mantener la operación de las instituciones gubernamentales bajo estándares de calidad y efectividad, siempre vinculados con la satisfacción de la expectativa ciudadana.
La mejora de la gestión pública contribuye a identificar la evolución y a evaluar la eficiencia, la eficacia y la legitimidad en los campos estratégicos y operativos. Por un lado, propicia que quienes toman las decisiones sobre el diagnóstico de la gestión pública se conviertan en facilitadores del cambio mediante el propio liderazgo, el diseño de estrategias y el desarrollo de capacidades para administrar los procesos de operación, así como los recursos humanos, materiales y financieros.
Aunado a ello, coadyuva a no perder de vista los objetivos fundamentales de la función pública. Nuestro compromiso es ofrecer resultados a la sociedad y éstos deben atender tres elementos básicos: la satisfacción de las expectativas, las acciones en sí mismas y el impacto de éstas en la sociedad.
Por otro lado, en relación con el ámbito operativo, la mejora de la gestión pública tiene la finalidad de asegurar que el liderazgo tenga las habilidades congruentes con sus responsabilidades y sea capaz de delegar funciones de forma óptima, a fin de que la ejecución de las mismas se lleve a cabo en apego a los estándares de eficiencia y efectividad determinados.
Asimismo, se busca que las personas servidoras públicas fomenten el flujo eficiente de la información, con los filtros adecuados, desde los espacios de operación propios de la organización hacia los tomadores de decisiones y, a su vez, faciliten que las indicaciones emitidas por éstos fluyan clara y ágilmente hacia las áreas operativas; de tal manera que, las tareas del día a día se encuentren alineadas con los objetivos de la organización.
En suma, la mejora de la gestión pública es una actividad idealmente inherente al ejercicio de la función pública porque las necesidades de la sociedad son tanto extensas como dinámicas y porque los entes públicos deben adaptarse a ellas, actuando siempre de manera íntegra, profesional, honesta y transparente, a fin de ofrecer a la sociedad un servicio público de calidad.
En razón de ello, la Secretaría de la Función Pública ha impulsado proyectos de mejora a través de optimizar y estandarizar procesos prioritarios de la Administración Pública Federal. Al 15 de septiembre pasado, se registraban mil 347 iniciativas y proyectos, de los cuales el 88.4% ya finalizaron. El 11.6% restante, que se encuentra en ejecución, cuenta con el apoyo de esta Secretaría hasta que se concluya.
* Ver Cabrero, Enrique y Nava, Gabriela (coords.), Gerencia pública municipal: conceptos básicos y estudios de caso, Porrúa-CIDE, México, 2000.
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