La canciller alemana, Angela Merkel, entró ayer en cuarentena domiciliaria, según anunció el gobierno, después de comparecer para informar de las últimas medidas adoptadas para luchar contra el COVID-19.

Merkel no está contagiada, que se sepa por ahora, pero la decisión la tomó después de conocer que el médico que le inyectó una vacuna contra la gripe el viernes ha dado positivo en la prueba del coronavirus, según reportó la emisora pública ZDF.

La canciller seguirá con su trabajo desde su casa y se someterá a un test para establecer si se ha contagiado con el COVID-19, prosigue esa fuente.

Una de las medidas que anunció la canciller antes de aislarse fue la de prohibir en toda Alemania las reuniones de más de dos personas.

Alemania está entre los países con más alto número de contagios, con 25 mil 279 casos, pero suma apenas 91 muertes, una cifra muy inferior, comparativamente hablando, a la de otros países muy afectados como Italia (5,476), España (1,813) o incluso Estados Unidos (390).