
El hallazgo de Hugo Morales, campesino de la Costa Chica de Guerrero, derivó en una historia de pesar e irritación entre quienes viven del maíz en el estado…
Don Hugo encontró miles de toneladas del grano arrumbadas en un terreno de la comunidad de Lázaro Cárdenas, en el municipio de Tecoanapa; estaban a la intemperie, entre tierra y costales rotos, como si hubiesen sido ya mordisqueados por roedores. Montañas de maíz se habían desbordado sobre la maltrecha malla protectora, alcanzado la calle, donde algunos niños jugaban a pisotearlo o patearlo.
El campesino lanzó la alerta en redes sociales. “El maíz es sagrado para nosotros, nos duele verlo tirado porque viene de nuestro trabajo, y más aún en un estado con tanta pobreza, con gente muriéndose de hambre. Ya cayó la primera llovizna y parte del grano se está reventando por la humedad”.
Cimbrado por las imágenes, él mismo comenzó a investigar el trasfondo: el producto había sido comprado por Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) a pequeños productores de la región, como parte del programa federal Precios de Garantía, el cual busca retribuir a los campesinos con un pago justo por su cosecha (5 mil 610 pesos por tonelada) y llevar el maíz a las tiendas Diconsa, para ofertarlo a bajo costo a familias de escasos recursos.
Por la falta de bodegas, la institución rentó el terreno como espacio de acopio, aunque carecía de condiciones mínimas de seguridad, manejo e higiene.
“Hay cientos de comunidades indígenas en La Montaña y Costa Chica donde la gente no tiene qué comer. La crisis ha sido todavía más dura durante la pandemia. Ojalá todo aquel necesitado de maíz pudiera venir a recoger un poco de lo que está tirado”, comenzó a reprochar don Hugo por la web. “Es como una humillación para quienes sembramos la tierra”.
Su demanda llegó a otros actores involucrados en el tema, como molineros y tortilleros, a quienes la falta o carestía de insumos ha obligado a subir el precio de la tortilla.
Hasta hace unas semanas, el precio máximo era de 20 pesos el kilo; ahora se ha disparado hasta 23…
Enterado de la denuncia, Arcadio Castro, líder del gremio de la masa y la tortilla en la entidad se trasladó el viernes pasado a Tecoanapa, para corroborar la noticia. Según sus cálculos, había al menos 5 mil toneladas regadas ahí.
“Desde hace meses le estamos pidiendo a Segalmex que nos venda el excedente, porque el maíz se está echando a perder. No se vale que nosotros lo tengamos que comprar en Sinaloa, Jalisco y otros estados hasta en 7 mil 500 o 7 mil 800 pesos y el precio de la tortilla esté a tope”, expresó a Crónica.
-¿Se oponen a que Segalmex le lleve el maíz a los más pobres de la Montaña y la Sierra?
-No, apoyamos la iniciativa, pero según las cifras oficiales se están vendiendo alrededor de 5 mil toneladas al año a esas familias y lo que ellos están acopiando es mucho más; el excedente se está pudriendo.
-¿Cuánto está comprando Segalmex a los pequeños productores?
-Este año compró 70 mil, pero se lleva el maíz a otros estados. Y no quisiera pensar que también se lo esté vendiendo a los harineros, dedicados siempre al acaparamiento y la especulación. El presidente López Obrador no sabe qué está pasando aquí: estamos colapsados en salud y economía, no es justo que el maíz se esté pudriendo y el precio de la tortilla en las nubes. Estamos a 15 de abril, ya pronto inician las lluvias: si ese maíz no se mueve, todo se echará a perder.
Para llegar a Tecoanapa habrá de cruzarse San Marcos y Tierra Colorada. Es una zona prolífera en la producción de maíz. Por eso la intervención de Segalmex, dirigida por Ignacio Ovalle.
Para campesinos y tortilleros hay un problema clave: la falta de infraestructura en el almacenaje.
“Hay un déficit de bodegas en las siete regiones geográficas del estado. La dependencia no tiene dónde acopiar. En otras localidades de la Montaña también están en malas condiciones: por ejemplo, en los Pueblos Santos”, describió Castro Santos.
Otra instalación limitada es la ubicada en el crucero de Cayaco, en Acapulco. Un video compartido a este reportero arrojó evidencias de abandono y descuido. Cientos de costales destripados, entre llantas, piedras, cubetas, basura y automóviles chatarra. Cientos de kilos de maíz tendidos y desperdigados sobre el suelo. Un vigilante furibundo por la captura de imágenes.
“Como alguien que ha vivido del maíz toda su vida, me dolió encontrarlo en la calle como si fuera cascajo. Los funcionarios engañan, le mienten al presidente”, señaló el líder de los tortilleros.
Este martes, los diferentes dirigentes regionales de la industria en Guerrero protestarán en las oficinas de Segalmex en la Ciudad de México: el objetivo es solicitarle al Ejecutivo tomar cartas en el asunto. Serán respaldados por líderes de otras entidades, con el mismo problema.
“Lo de menos sería quedarnos callados y seguir aumentando la tortilla, pero sería inhumano en medio de tanta pobreza. El maíz tiene vida, si no tiene un trato adecuado le empieza a brotar gorgojo, el insecto por el que tanto se recuerda al presidente. El gorgojo pica el maíz y se descompone. El maíz que hemos encontrado es para consumo humano. Ovalle debería darse una vuelta a Guerrero para que no le cuenten. Al rato no servirá ni para los animales, ni para los puercos”…
Copyright © 2021 La Crónica de Hoy .