Escenario

Milky Chance: sobrevivir al éxito viral

Entrevista. El dueto alemán visitará la Ciudad de México en abril para presentar en El Plaza Condesa su segundo disco, Blossom, que ya presentaron en un Lollapalooza

Dos hombres sonríen apoyados en una pared de azulejos verdes
Dos hombres sonríen apoyados en una pared de azulejos verdes Dos hombres sonríen apoyados en una pared de azulejos verdes (La Crónica de Hoy)

“Lo que nos pasó a nosotros es un privilegio, no le ocurre a mucha gente”, dice Clemens Rehbein, en entrevista con Crónica, quien es la voz y guitarra que forma una lamitad de Milky Chance, el dúo alemán que se completa con el DJ Philipp Dausch y que viene de un año extraordinario que los llevó a presentarse en el Festival Lollapalooza.

El cantante no habla al tanteo: En 2012, los amigos de secundaria Clemens Rehbein y Philipp Dausch grabaron algunas canciones en su casa y las subieron a Youtube. El número de vistas fue completamente inesperado para el dúo. En 2013 hicieron que más de 300 millones de pares de ojos voltearan a ver el video de “Stolen Dance”, uno de los primeros sencillos que salieron de su álbum debut, Sadnecessary, y que los catapultaron hacia una fama casi instantánea. Reúne más de 376 millones de vistas en la plataforma.

Pero eso fue el paso sencillo, lo verdaderamente difícil fue mantener esa atención. Y lo lograron con Blossom, su segundo disco de estudio que, a pesar de no alcanzar el nivel de exposición del tema que los puso en el mapa, sí los sacó del estante de one hit wonder y ya los tiene en medio de una intensa gira por Norteamérica que los traerá al Plaza Condesa este 4 de abril y al C3 Stage de Guadalajara un día después.

Clemens Rehbein y Philipp Dausch comenzaron a componer a los 13 años. Ambos estudiaron en una escuela avanzada de música donde aprendieron sobre técnica, teoría, a tocar varios instrumentos y fueron parte de un cuarteto de jazz. Además, Dausch estudió producción, lo que les permitió grabar en un principio. Y aunque en general el proceso de hacer una canción se da de forma natural, Clemens Rehbein se demoró más de cuatro años en componer “Stolen Dance”.

“Esa canción nos dio la oportunidad de visitar un montón de países y de descubrir que la gente no sólo conocía esa canción”, dice Rehbein. “Hicimos un gran trabajo y nos trajo experiencias que no pensábamos vivir tan pronto”.

De Sadnecessary a Blossom hubo un cambio de ánimo que salta a la vista con tan sólo leer los títulos de los álbumes, pero en el que también influyeron las ganas de hacer las cosas diferentes. En el nuevo disco está el “querer experimentar una nueva forma de grabar, en un estudio profesional con sonidos y procesos distintos” con “la oportunidad de explicar todo lo que sentimos como grupo; la descripción de este momento específico”, recuerda el vocalista.

Y ese momento del que habla Clemens es precisamente el florecimiento de la banda, el superar el miedo que los invadió al pensar que quizá no podrían hacer un éxito comparable a “Stolen Dance”, y regresar recargados de ánimo a intentarlo de cualquier forma: “Usamos muchos instrumentos raros, percusiones raras… Y se notó la soltura que habíamos adquirido dando conciertos sin parar. Trajimos esa experiencia al disco”.

La puesta en escena de Milky Chance es sencilla como su esencia. No hay muchos instrumentos, gráficas ni luces, pero desde que inicia el show aprovechan todos los recursos que tienen con precisión: “Con todo lo que vivimos en los últimos años, encontrar inspiración no fue muy difícil…No fue difícil”, repite, como reafirmándoselo a sí mismo. “La vida”, suelta tras unos segundos de silencio. “De ahí se saca la inspiración”.

Entre esos temas que le llegaron al vocalista con la vida está su hija, a quien le dedicó “Firebird”, uno de los sencillos que llegó acompañado de un pedacito de Bolivia: las Cholitas Luchonas y la Mujer Alteña, parte de la cultura popular del país latino, aparecen en el video.

“En la canción hablábamos de la lucha y a Anthony (Molina, director del clip) le pareció muy adecuado. Nosotros le hicimos caso y funcionó”. Hasta ahora, “Firebird” está cerca del millón de visitas y en Spotify ya suma más de ocho millones de reproducciones

Y para los que sólo conozcan sus canciones más famosas, el cantante tiene un consejo: “si quieres conocernos mejor, sólo escucha nuestras canciones con la mente abierta, seguro encontrarás algo que te guste”.

En una época en la que hasta la música parece desechable y surgen miles de proyectos al día, la única motivación de Milky Chance es seguir haciendo las cosas con pasión.

“La gente se aburre rápido y quiere cosas nuevas, pero si muestras tu pasión por lo que estás haciendo, lo siente. Y conectan con ese sentimiento. Ahí está el secreto”, cerró Rehbein.

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