¡Lo que diga mi dedito! Esta frase absurda que ha estado usando Andrés Manuel López Obrador en distintos eventos tal parece que se impuso al interior de Morena para decidir quién será su candidato al gobierno de la Ciudad de México, pues era de dominio público que la famosa encuesta era ficticia pues sólo representó un instrumento para legitimar el dedazo del dueño de la empresa Morena, es decir, el partido más anti demócrata de este país.

Para todos era obvio que el dedo sagrado de AMLO apuntaba, sin tomar en cuenta trayectorias ni perfiles así como trabajo territorial de los aspirantes, hacia la actual delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum por una sencilla razón, Obrador nunca le ha tenido confianza a Ricardo Monreal, pues sabe que en un descuido hasta lo rebasaría, asimismo no podía dejarle la ciudad a Martí Batres pues de lo contrario, una de sus primeras acciones en el poder sería jubilar al propio Andrés Manuel, ya que el exceuista ha dejado ver que va por todo el control de ese partido.

Por ello, quien mejor que Sheinbaum para la gubernatura de la capital, personaje que para mucho ha tenido un desempeño gris pero que ha estado en las buenas y en las malas con el tabasqueño y por ende una de los responsables de la construcción del segundo piso del Periférico, obra que por cierto a 15 años de la construcción, nadie sabe cuánto costó pues en su momento, aun como jefe de gobierno de la ciudad y ya candidato presidencial, Andrés Manuel determinó que el expediente era reservado.

Obra que sin duda, caracterizaría la administración de Obrador no por su beneficio a los automovilistas sino por la opacidad y la falta de transparencia en la asignación de los contratos y por las versiones que existen de que las empresas encargadas del segundo piso financiaron la campaña del de Macuspana, Tabasco, en el 2006.

Lo anterior, contradice al propio López Obrador pues siempre dijo oponerse al tradicional dedazo en el PRI, actuar que tanto denunció pero que ya también reprodujo en Morena, lo que deja ver que el mesías, aún trae en su ADN raíces priistas.

Y francamente, no creo que sólo se haya llevado la tradición del dedazo pues debemos tomar en cuenta que ese partido no es nuevo, sino como bien lo dijo Pablo Gómez en una entrevista, Morena, “es un partido relativamente viejo, pues su dirigente, es integrante de la clase política… Morena no es Podemos de España, sino una escisión del PRD fundado en 1989” además también coincido con Gómez Álvarez cuando dice que Morena cuenta con un programa viejo pues entre otras cosas, “evade algunas de las reivindicaciones civiles como el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo y los matrimonios de las personas del mismo sexo, así como el debate sobre el tema de las drogas…“.

En fin, esquemas arcaicos como la designación de Sheinbaum muy al estilo del autoritarismo que caracteriza a Andrés Manuel y que desairó a uno de sus pocos cuadros con verdadera trayectoria política y trabajo territorial como Ricardo Monreal quien dicho sea de paso, ha dado muestra de dignidad al declarar que no es “un ambicioso vulgar”.

Qué más podemos esperar pues Morena o la franquicia de López Obrador, está formado de los desechos que han salido de las cañerías de otros partidos políticos, de gente exageradamente viciada que ya no encontró hueso en sus partidos de origen y que no les interesa nada más que volver a tener un cargo desde donde seguir sangrando al erario y muestra de ello, es la utilización de herramientas democráticas como la encuesta para hacerle creer a la gente que todo fue legal, y si así fuera, entonces porqué el delegado de la Cuauhtémoc exige transparencia y pide solucionar errores del estudio de opinión que dio a Claudia Sheinbaum la candidatura a la Ciudad de México aun siendo señalada por sus gobernados como una de las peores jefas delegacionales en la capital del país.

Por eso cuando la gente dice que es la menos apta, es porque la actual jefa delegacional de Tlalpan sólo le ha bastado ser fiel a Obrador, Secretaria de Medio Ambiente del entonces Distrito Federal y coordinadora del Movimiento en Defensa del Petróleo, formando brigadas de mujeres a las que se les llamó las “Adelitas”, esas son las cartas de Sheinbaum Pardo que en caso de lograr su objetivo, llegaría a aprender y no a proponer, pues no se entiende como quiere gobernar una ciudad sino pudo con una demarcación.

Y de Pilón:

Y hablando de malos gobernantes, hasta donde llega la ignorancia de Donald Trump que insiste en construir un muro en la frontera con México, pues si éste ya existiera prácticamente sería nulo el apoyo que está brindando el gobierno mexicano a los damnificados y lesionados en Texas por el huracán Harvey, fenómeno que también ha dejado infinidad de daños materiales y como algunos han dicho que pareciera castigo divino hacia el racista y testarudo mandatario estadunidense toda vez que fue el único presidente que no firmó el Acuerdo de París contra el cambio climático. En fin no cabe duda que hay políticos que sólo actúan sin usar en lo más mínimo, su raciocinio.

Twitter: @julioc_moreno