Muchos abrazos y más balazos
Robert Louis Stevenson
Yo que usted, ni me preocuparía. Tanto trabajo recopilando estadísticas, desarrollando modelos, acordando con las fiscalías estatales… Tantas ganas que le echan las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional ¿y todo para qué? Para que el presidente Andrés Manuel López Obrador diga que “los que pertenecen a la delincuencia organizada, en general (se portaron) bien, muy pocos actos de violencia" el día de la jornada electoral…El crimen organizado (CO) “nos hizo el favor de matar menos personas: traíamos un promedio de 85-90 diarios -nos dijo AMLO en la mañanera del 7 de junio- pero fueron menos de 70 por día en este fin de semana pasado. ¿Eso incluye las cabezas arrojadas en dos casillas de Tijuana?".El presidente lo dijo como si el incremento de la violencia durante las campañas no hubiera existido; como si 500 ataques y asesinatos a candidatos y políticos de nivel municipal hubiera sido casual.
¿A qué obedece el interés del CO por los municipios?
Dicen los que saben que el CO, además de garantizar sus actividades de producción y trasiego de droga, ahora va por otros recursos naturales. Hizo un primer ensayo en Michoacán, cuando doblegaron a los productores de aguacate y llegaron a controlar su venta. Después fueron por el limón y el huachicol y ahora van tras las minas. Con decirle que las empresas mineras destinan a la seguridad hasta el cuatro por ciento de su gasto operativo.
Si ya estamos en la franca militarización, tal vez sería mejor que las Fuerzas Armadas dejaran de construir bancos, trenes y aeropuertos para dedicar más elementos a combatir al crimen organizado y la delincuencia, porque como veo las cosas, se va a poner peor.
De los cinco estados con mayor incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes, dos, que son Colima (283 incidentes) y Baja California (292 incidentes), tuvieron elección de gobernador. Con estas dos entidades, la costa del Pacífico estará gobernada por puros morenistaa; curiosamente es el territorio de los hijos de El Chapo, dicen.Por cierto, ¿ya vio la serie “Narcos-México" que pasa en Netflix? Cuando encarcelan a Miguel Ángel Félix Gallardo, el líder de la “Confederación" de cárteles, advierte: “Me van a extrañar". Por entonces (1989), los narcos eran brutales entre sí, pero no se metían con la población; mostraban algún respeto por la autoridad y más o menos se coordinaban.Pues sí, don Leonel, es tal situación de violencia y cinismo, que estamos a punto de extrañar a los viejos narcos.Internet: Lmendivil2010@gmail.comFacebook: Leopoldo MendívilTwitter: @Lmendivil2015Blog: leopoldomendivil.com