Cultura

Muere el escritor y cronista Armando Ramírez a los 67 años

“Fue un enamorado de la vida y el papá más chingón”, dicen sus hijos

“Fue un enamorado de la vida y el papá más chingón”, dicen sus hijos

Muere el escritor y cronista Armando Ramírez a los 67 años

Muere el escritor y cronista Armando Ramírez a los 67 años

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El cronista, periodista y novelista mexicano Armando Ramírez, autor de la novela Chin, chin, el teporocho, falleció a los 67 años de edad este miércoles en la Ciudad de México, informó su familia.

La noticia fue confirmada por sus hijos a través de su cuenta oficial de Facebook, donde lo recordaron con el siguiente mensaje: “Hoy la familia Ramírez comunica que nuestro padre acaba de fallecer. Queremos recordarlo como lo que fue: un enamorado de la vida, su ciudad y sus barrios… Pero sobre todo del papá más chingón, amoroso, comprensivo y alentador a lograr lo que quisiera hacer de su vida... Él se ha ido pero siempre rodeado de sus hijos… No hablaremos de cómo falleció sino de cómo fue un guerrero de vida...

Originario del barrio de Tepito, donde nació el 7 de abril de 1952, murió rodeado de sus hijos, añade familia en el comunicado emitido en las redes sociales de una de sus hijas.

La familia aseguró que el novelista “fue un enamorado de la vida, su ciudad y sus barrios, pero sobre todo fue el papá más chingón, amoroso, comprensivo y alentador a lograr lo que quisiera hacer de su vida”.

Ramírez se hizo de un nombre en la crónica mexicana gracias a sus trabajos en diarios de prensa escrita como Unomásuno y en televisión en Canal Once, además del desaparecido Instituto Mexicano de Televisión y recientemente en Televisa.

En la cadena Televisa, Ramírez participaba en el programa Matutino Express con un segmento titulado “¿Qué tanto es tantito?” frase con la que solía terminar sus colaboraciones.

Su novela Chin, chin, el teporocho, publicada en 1972, relata las experiencias de cinco amigos que buscan escapar de su rutina mediante el alcohol y conocen a un vagabundo que tiene una filosofía fatalista. Fue llevada al cine por el director Gabriel Retes en 1975 y ganó en 1977 un premio de la Academia Mexicana de Cinematografía.

En 1974 fue colaborador del colectivo Tepito Arte Acá que revitalizó al barrio mediante expresiones culturales que incluyeron la literatura y el teatro.

Ramírez publicó La crónica de los chorrocientos mil días del barrio de Tepito y El regreso de Chin, chin el teporocho.