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Muere Enriqueta Basilio, ícono de México 68

La historia la recordará como la primera mujer en encender un pebetero olímpico y lo hizo en el emblemático Estadio Olímpico Universitario

La historia la recordará como la primera mujer en encender un pebetero olímpico y lo hizo en el emblemático Estadio Olímpico Universitario

Muere Enriqueta Basilio, ícono de México 68

Muere Enriqueta Basilio, ícono de México 68

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Norma Enriqueta Basilio Sotelo, falleció ayer a los 71 años de edad. A Queta, como se le conocía en el entorno deportivo, se le recordará como la primera mujer en la historia de los Juegos Olímpicos en encender un pebetero, y lo hizo en el emblemático Estadio Olímpico Universitario durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de México 68.

Fue el 12 de octubre de 1968 cuando Queta Basilio con 20 años de edad, marcó un antes y un después en la historia del deporte olímpico, pues se le dio la oportunidad que hasta entonces sólo era concedida a varones en un acto tan sublime como encender un pebetero olímpico.

Ese día la atleta nacida en Mexicali, Baja California, vestía de blanco y con antorcha en mano y gran habilidad recorrió los 90 escalones que conducían al pebetero, la alzó a los cuatro puntos cardinales antes de encender el pebetero que ardería en la justa olímpica de México y la primera en Latinoamérica, siendo testigos 100 mil espectadores y muchos televidentes en el mundo.

“Siento una gran emoción y estoy sumamente honrada por haber representado a la juventud del mundo”, mencionó la atleta al terminar el acto. Con la llama avivada en las alturas, más de 11 mil palomas blancas fueron liberadas hacia el cielo, para dar inicio al desfile inaugural.  Ella fue una de las 42 mujeres que participaron en esa justa olímpica.

Era la época de la Guerra Fría, de la lucha por los derechos civiles de la población afroamericana en Estados Unidos, de la liberación femenina y la época en que “México vivía un periodo convulso protagonizado por el movimiento estudiantil que se reprimió el 2 de octubre”.

Y fueron esos Juegos Olímpicos de México 68 los que dejaron experiencias tanto políticas como sociales y deportivas que dieron brillo a ese acontecimiento en momentos difíciles que vivía nuestro país y que por la grandeza de su gente se cumplió.

México se había postulado, en dos ocasiones, para ser sede de los Juegos Olímpicos. La primera fue en 1956, que ganó Melbourne, en Australia, y la segunda en 1960, que los organizó Roma, en Italia.

En esos Juegos Olímpicos de México 68, Enriqueta Basilio, campeona nacional en los 800 metros, compitió en los 400 metros, relevos 4 x 100  y 80 metros con obstáculos. Sus logros atléticos no fueron tan memorables y nunca más compitió en unos Juegos Olímpicos, pero inscribió su nombre en la historia del deporte mundial.

Ganó la medalla de bronce en relevos de 4×100 m en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1970.

Durante los homenajes del 50 Aniversario de justa olímpica en México, Queta volvió a encender el pebetero olímpico, con la flama que llegó procedente de la ciudad de Maratón en Grecia. En ese entonces dijo que volvió a sentir la emoción de 50 años atrás, tras repetir la hazaña que la marcó en la historia del deporte mexicano y olímpico.

En un homenaje que el Senado de la República rindió medallistas y deportistas de México 68, la exatleta recordó que en aquella época el mundo era distinto y ese año marcó un parteaguas en muchos sentidos.

Con el deporte siempre estuvo vinculada. Fue miembro permanente del Comité Olímpico Mexicano. Diputada federal del 2000 al 2003 por el PRI. Además, organizó del Recorrido del Fuego Simbólico por la Paz y el Deporte en el 50 aniversario de los Juegos Olímpicos de México 68. También tuvo el honor de portar la Antorcha Olímpica en el relevo de Atenas 2004 en la Ciudad de México.

Entre los reconocimientos que recibió destaca la Medalla Olímpica Guatemalteca en el año 2008 por su trayectoria.

El Comité Olímpico Mexicano (COM) y su presidente Carlos Padilla Becerra, lamentaron la pérdida. “Lamentamos la pérdida de Enriqueta Basilio. Una mujer que hizo vibrar en cada uno de los pasos que dio en México 68 rumbo al pebetero y que son parte de la historia en el olimpismo nacional y mundial”, señaló el directivo.

Indicó que la Familia Olímpica mexicana se solidariza con sus seres queridos, a los que envía un fraternal abrazo y la pronto resignación a una mujer que fue pieza importante en la historia de los Juegos Olímpicos.