Cultura

No hay madres perfectas ni imperfectas, sólo maternidad

En su reciente novela, Guadalupe Nettel ofrece historias sobre convertirse en mamá, la discapacidad, la inclusión y el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo

La escritora española Almudena Grandes
La escritora española Almudena Grandes La escritora española Almudena Grandes (La Crónica de Hoy)

Historias de niños con discapacidad neurológica y relatos sobre la maternidad, son los ejes que la escritora mexicana Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) ofrece en su reciente novela La hija única, editada por Anagrama. En este libro, la autora también hace una reflexión sobre la inclusión y el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.

La novela narra el proceso de ilusión de una madre porque nacerá su hija, pero los doctores le informan que el cerebro de Inés no ha crecido lo suficiente por lo que, al momento del parto, ella morirá a los pocos minutos, Alina, la madre, y Aurelio, el padre, tienen que adaptarse a esa nueva realidad. Sin embargo, Inés sobrevive al parto con la previsión médica de que será un vegetal.

“Es sobre un personaje que se tiene que adaptar a las peores realidades posibles. Ése es uno de los temas principales: no sabemos qué va a pasar en la vida, no sabemos cómo el destino puede cambiar de un momento a otro, y así como se adaptó este personaje, nosotros podríamos adaptarnos a las vicisitudes de la vida”, indica Nettel.

La autora confiesa que no tenía pensado escribir sobre maternidad, lo que ella buscaba era narrar la historia de una amiga que era madre de una niña que iba a morir y a quien todos los médicos habían desahuciado, pero “involuntariamente resultó una novela sobre la maternidad”.

¿Qué es la anomalía?, ¿qué es la normalidad?, cuestiona Nettel ya que esas preguntas son temas en su escritura.

“El recurso que encontré en este libro y que ya había utilizado en otras historias, es asomarme al mundo de la naturaleza, al reino animal y ver de qué maneras se ejerce la maternidad ahí. Encontré que las hembras no son las únicas que cuidan de los huevos ni de las crías, sino que hay padres devotos a la crianza, que hay aves que sí tienen la necesidad de reproducirse, pero no la necesidad de cuidar a sus crías, entonces depositan sus huevos en otros nidos que no les pertenecen”, narra.

Nettel señala que cuestiona la exigencia social hacia las mujeres para que sean madres perfectas.

“Nos ponen a la virgen como el referente de lo que tienes que llegar a cumplir. Como icono es imposible de igualar, además no es la única manera de ejercer la maternidad. Es algo que quería contar en el libro, no existen las madres perfectas, pero tampoco existen las imperfectas”, afirma.

En la novela, las atenciones médicas que reciben Alina y su bebé demuestran la indiferencia de las autoridades con la decisión de las mujeres.

“Los seres humanos estamos desarmados cuando nos ponemos en manos de las instituciones médicas, el cuerpo va por delante y son ellos los que toman las decisiones, muchas veces de forma muy atropellada, no solamente durante el parto. Está la escena cuando la niña acaba de nacer, los doctores desechan todos los instrumentos incluidos el cuerpo de Alina quien ya dio a luz y ya no hay nadie con ella, quien era el recipiente de una vida que tanto les interesaba preservar”, comenta.

Sobre las manifestaciones de mujeres para defender las decisiones sobre su cuerpo, Nettel lamenta que en México se les impida esa libertad.

“Me enferma, me da rabia que otras personas crean que tienen el derecho a decidir sobre el cuerpo de una mujer y que pueden meterla a la cárcel, condenarla, juzgarla y encarcelarla por decidir sobre su cuerpo. Me pone de mal humor y me enferma los feminicidios. En este país estamos viviendo una situación de verdadera alarma, antes era 9 feminicidios al día ya subieron a 11”, señala.

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