Miles de partidarios de la unidad de España —80 mil según la Guardia Urbana, 400 mil, según los organizadores— se movilizaron este domingo en el centro de Barcelona para demostrar que existe una mayoría de la población que no es independentista.

De acuerdo con el último sondeo realizado del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) del gobierno regional catalán, un 48.3% de los catalanes son contrarios a la independencia, frente a un 44% que la apoya.

“Nunca más silenciada”. En el manifiesto final, los convocantes aseguraron que la Cataluña constitucionalista “nunca más volverá a ser silenciada, ni podrá ser despreciada, ni devuelta a la oscuridad”. “Las calles son y serán de todos, no de quien intimida para tomarlas”, dijeron miembros de Sociedad Civil Catalana, la entidad organizadora de la marcha.

A la manifestación se sumaron dirigentes del gobernante Partido Socialista (PSOE), del conservador Partido Popular (PP) y de Ciudadanos (liberales). También estuvo presente la formación de extrema derecha Vox, pese a no haber sido invitada.

“Así no vamos a ninguna parte”. Entre los participantes estuvo el ministro español de Exteriores y futuro jefe de la diplomacia europea, el catalán Josep Borrell, quien lamentó los niveles de violencia “como nunca se habían visto” en España, lo que es “grave e inaceptable”.

Tras agradecer el esfuerzo de la policía ante los radicales independentistas, declaró sobre los disturbios en las últimas dos semanas: “Así no vamos a ninguna parte. Es imprescindible que retomemos el camino de una convivencia pacífica sin la cual no puede haber solución para ninguno de los problemas políticos que se nos plantean”.