Una vez que se determinó una reanudación cauta y paulatina de actividades en el país, la Judicatura Federal decidió que diligencias en el Poder Federal deberán esperar. No es conveniente reunir a las partes aún, pero existen fechas legales para realizar esos encuentros, por lo que echará mano de notificadores con traje hermético a los domicilios de la parte patronal y trabajadora.

La vestimenta de protección total, previsiblemente a utilizar a partir de este lunes, está especificada en los Lineamientos de Higiene derivados de la Atención a la Emergencia Sanitaria modificados hace una semana. Su implementación queda abierta debido a que el pasado 14 de mayo se formalizó la extensión del plazo de suspensión de actividades jurisdiccionales del 1 de julio y hasta el 2 de agosto.

En este periodo, las diligencias presenciales están descartadas salvo en casos urgentes, y se insta a que casos de juicios familiares u otros cuyo aplazamiento puede implicar afectaciones excesivas para las víctimas, se realicen bajo un estricto seguimiento a ingreso seguro a instalaciones de juzgado.

Salvo estos casos de emergencia, el periodo sin actividad dejó en el aire infinidad de procesos, por lo que el acuerdo en el Poder Judicial es que no se celebren audiencias y se deje sin efectos los plazos procesales; no obstante, es algo que debe notificarse a las partes interesadas.

Los notificadores deberán contar desde ahora con traje completo de protección, careta, guantes y bolsa de basura, además del ya clásico cubrebocas.

Los notificadores tienen explícitamente prohibido acercarse más de un metro y medio al notificado o tocar cualquier objeto en el transcurso de la notificación. De hecho, la pluma que se usa para el acuse de recibido es desechada a la bolsa de basura de inmediato, de acuerdo con lo establecido en los Lineamientos.

El notificador heméticamente protegido, es instruido en el documento sobre cómo retirarse la ropa de protección, guantes y otros elementos a efecto de que puedan ser manejados sin propiciar contagios.

Los Lineamientos, por primera vez en su historia, contienen información muy abundante sobre la manera en la que el notificador deberá vestirse y desvertirse así como el destino de su vestimenta, que deberá cambiarse para cada acto nuevo.