Escenario

Pablo Perroni y el reto de la felicidad

La historia de la humanidad se puede resumir, en forma simple, en la permanente búsqueda de la felicidad.

El actor cómico David Cross
El actor cómico David Cross El actor cómico David Cross (La Crónica de Hoy)

La historia de la humanidad se puede resumir, en forma simple, en la permanente búsqueda de la felicidad. Las preocupaciones, la ansiedad, la tristeza, el odio, son obstáculos en ese camino a la plenitud. En los últimos años, el actor y productor Pablo Perroni ha emprendido una exploración artística sobre este concepto, sobre todo en las últimas dos obras de teatro, primero con ese monólogo desgarrador e ingenioso que fue Puras cosas maravillosas, sobre los recuerdos de un hombre que ha tratado de superar los intentos de suicidio de su madre; y desde hace unos meses, con Happy, una comedia negra sobre la represión de la felicidad. “Ahorita como actor, estoy interesado en estos temas, la riqueza del actor es encontrar diferentes personajes, buscar sus propias historias y como productor darte el lujo de hablar de lo que realmente te interesa. Creo que son dos obras diferentes, pero las dos hablan de lo mismo, una es sobre las pequeñas cosas que damos por hecho y la otra es sobre pretender la felicidad”, expresó Pablo Perroni, en entrevista con Crónica.

“No es una obra sencilla, no complace al espectador, al contrario, lo pone a pensar. Lo hace reflexionar en su realidad, en su concepto de felicidad, en las decisiones que ha tomado y en la postura que tiene actualmente, eso es parte de lo interesante del teatro para que la gente lo use como reflejo y bueno, la obra se muestra con un humor muy negro, de risas incómodas pero muy divertidas”, agregó el actor.

En Happy, obra de Robert Caisley que dirige Angélica Rogel (El juego de la silla, La piel de venus), nos encontramos con el conflicto ideológico que surge entre Alfredo (Perroni), un hombre de mediana edad que es profesor universitario (que ha abandonado su sueño de ser escritor), dedica su vida a su familia y a quien su viejo amigo Eduardo (Pablo Bracho), lo describe como un tipo “insoportablemente feliz”; y el de Eva (María Penella), la nueva novia de Eduardo, que no es nada dulce, y además no esconde su amargura ante la vida a sus 22 años.

El encuentro entre ambos se da cuando Eduardo decide presentarle a Eva a su mejor amigo. El día del encuentro Alfredo llega en un momento inoportuno pues Eva lo recibe con una toalla de baño sin que esté presente nadie más y ante a incomodidad de Alfredo, empapado porque un tipo le ha jugado una broma, comienza el cruce de palabras que da inicio a la búsqueda de una revelación en la personalidad de Alfredo, pues ella perspicaz, sensitiva y con una forma de expresarse muy directa, con un sentido de la manipulación que no esconde y un pasado duro en experiencias, lo cuestiona hasta encontrar su fragilidad.

“La obra da para mucho debate, y lo que notamos es que la gente se va realmente hablando de la obra, porque enfrentan dos posturas muy diferentes, yo creo que nadie puede ser tan feliz, en la obra lo dicen como insoportablemente feliz, pero también la otra postura es terrible, que es ver la vida de una forma tan negativa, Eva es un personaje que no lo ha tenido fácil pero bien podría cambiar su actitud”, explicó Perroni.

“Como actor, con este personaje de Alfredo, el reto y lo más interesante que enfrenté fue precisamente la felicidad, porque hay una línea muy delgada entre ser estúpidamente feliz y ser un idiota, fue sobre ser genuinamente feliz y creo que Alfredo es el personaje más diferente a mí que he tenido que interpretar en mi vida, yo definitivamente no soy tan feliz”, enfatizó.

El actor destacó que además de encontrarse en un momento de reflexión artística sobre la felicidad, también tiene una claridad sobre el tipo de textos que busca: “Lo increíble de esta obra es que no hay una sola lectura, ni una visión. Este es el tipo de textos que me gustan, los que no tratan de aleccionar, no hay moralejas ni soluciones, simplemente se presenta con una realidad para que tú la dialogues y tomes posturas, si quieres. Es una obra que habla sobre temas duros pero de una forma muy divertida”, comentó.

“Son varios temas de los que se habla en Happy además de la felicidad: la insatisfacción laboral, la familiar, el ego, el artista, las relaciones de personas con un rango de edad amplio, el vivir con una persona con discapacidad, son tantos temas y se abordan de diferente forma que cada espectador podrá encontrar su propia experiencia”, añadió.

Finalmente, el actor hizo una reflexión sobre la concepción de la felicidad en tiempos en los que parece no ser un estado genuino: “Yo creo que la felicidad es una elección, a veces es muy difícil porque también tiene que ver con la actitud que se tiene ante las situaciones que se presenten. A veces también es imposible tener una buena actitud ante la realidad, entonces debemos tener un punto medio de actitudes, tener que enojarse, encontrar nuestras válvulas de escape, de repente gritar, todo eso también es muy sano”, dijo.

“Hoy en día, en donde para el mundo las redes sociales son tan importantes, que están en un puesto vital en la vida de tanta gente, porque se trata de demostrar lo felices que somos y lo perfectas que son nuestras vidas, la verdad es que no siempre sucede. La felicidad es una cuestión de actitud pero también hay que ser muy honestos y perdonarnos el hecho de que no siempre se puede ser feliz”, concluyó.

Happy se encuentra en la cartelera del Teatro Milán, con funciones los lunes a las 20:30 horas hasta el 25 de diciembre.

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